VERDE QUE SANA
Isla
Takile en el lago Titiqaqa, Puno, se encuentra en una alta plataforma. Hay que
vencer un puñado de gradas bajando de la lancha para acceder a la población. Antes
de subir una niña suele entregar a los viajeros unas ramitas de la fragante
muña con la indicación de frotarlas entre las manos y aspirar su agradable aroma.
En el techo del mundo, 3,900 metros de altura la muña, (Minthostachys mollis), triplica la energía y
alegra al corazón.
Una
hermosa leyenda, recopilada por el
profesor José Portugal Catacora, asegura que el primer hombre andino fue creado
con el untu, grasa o esencia vital de las plantas, los animales y las piedras. De
allí se origina su intensa relación con el mundo que le rodea y con las plantas
medicinales que le ayudan a superar cualquier malestar físico o espiritual. Su
caminata por los yermos inhóspitos sin fatigarse se facilitaba con la muña.
La
pacha salvia (Salvia offinalis),
cuyas hojas soasadas le servían para combatir dolores reumáticos, la misma que
se conoce con el nombre de ñuqch’u, flor sagrada de los Inkas, que era derramada
sobre sus andas áureas, pasando después a ser sedosa ofrenda para el Señor de
los Temblores, en la procesión de Lunes Santo en el Qosqo.
Sobre la importancia de éstas y otras plantas, el médico huanuqueño Hermilio Valdizán Medrano y el químico farmacéutico-arequipeño Angel Maldonado Alcázar, ambos doctores en sus especialidades, con estudios en Francia e Italia, publicaron el “Diccionario de Medicina Popular Peruana” en las primeras décadas del siglo pasado. En sus páginas aparecía un minucioso registro de muchos especímenes, con sus respectivos dibujos.
En
1995 John Eddowes Villarán, médico psicólogo limeño de abuelo inglés, trabajó veintitrés
esencias florales y siete productos de plantas que combinan efectos curativos.
En 1939, según mencionó, el doctor Edward Bach de Gales, Gran Bretaña, publicó por
primera vez un registro de esencias florales.
Dichas
esencias que tituló “Sistema Kinde”, pertenecen a un grupo importante que ha
sobrevivido a la extinción de especies por su fortaleza ante los cambios
ambientales. Su adaptabilidad para enfrentar situaciones adversas y cambiantes
es aprovechada como terapia para tratar ciertos desequilibrios emocionales
asociados generalmente a malestares físicos. La Organización Mundial de la
Salud (OMS) las considera como medicinas de uso libre.
La
descripción de las virtudes y propiedades de las plantas que maneja John
Eddowes es tan expresiva y jugosa como esas anotaciones que son clásicas.
Así tenemos la manayupa (Desmodium molliculun), conocida también como ‘pata de perro’, ‘amor seco’ o ‘pega pega’, que vive entre 2,000 y
La
yawar chonka, (Oenothera rosea), que
crece en grandes alturas, es famosa porque disipa la tristeza y apaga la pena.
Es buena para enfermedades cardíacas y los problemas circulatorios. Sus flores
tienen pétalos rosados o lilas. Con la infusión de esas flores el corazón
recupera un ritmo sosegado y baja la presión.
El
diente de león o achicoria amarga (Taraxacum
Offinale), tiene hojas dentadas y largas, flores amarillas y frutos en
forma de bolas con pelos sedosos que dispersa el viento. Es una planta diurética, que estimula la
función del hígado y los riñones, combate el exceso del colesterol y reduce la
obesidad. Su esencia floral es muy útil para liberar la tensión y la furia
contenida.
El
lirio naranja, lirio del Perú o lirio de los Inkas (Lilium bulbiferumrum), tiene un follaje de pocas hojas, lanceoladas,
y sus flores ostentan pétalos con marcas o parches de colores. La tradición
popular relaciona a estas flores con los buenos augurios cuando se regalan. Su
uso incrementa la creatividad, despeja los bloqueos mentales, alienta el
optimismo y ayuda a innovar el quehacer personal y profesional.
El
heliotropo (Heliotropium peruvianum)
tiene flores que siempre miran al sol y lo buscan. Son empleadas para tratar
problemas de huesos y articulaciones, así como afecciones respiratorias.
El
pepino dulce (Municatum Ait), oriundo
del Perú y reproducido en la cerámica prehispánica, posee una esencia floral
que refresca la mente y alivia de preocupaciones, ayudando además a reducir el
estrés.
La
chuchuwaska (Brunfelsia grandiflora),
llamada también “sanango”, “francisquita” y “borrachero”, es una planta
“maestra” de la Amazonía. Su esencia floral ayuda a regular las sensaciones
extremas de frío y calor. Es recomendable usarla tópicamente para la rosácea.
El
molle, (Schinus molle), ‘escobilla’ o
‘árbol de la pimienta’, es analgésico, antiinflamatorio, antibacteriano,
antiespasmódico, astringente, balsámico, diurético y estimulante.
La
hierba del alacrán, (Heliotropium
angiospermun, Murria), también conocida como ‘cola de gato’ y ‘hierba del
sapo’, es útil ante problemas de huesos y artritis, afecciones respiratorias
y picaduras del alacrán. En esencia
floral es una bebida burbujeante que ayuda a relajar la columna vertebral y
mejorar la postura.
La
verbena (Verbena offinalis), ‘hierba
de los hechizos’ , ‘verbena del campo’ o ‘verbena negra’, crece en las ocho
regiones hasta
La
wachuma (Trichochocereaus pachanoi), cuyo nombre popular es San Pedro, es una cactácea
de la costa norte, con espinas pardas y flores blancas. En la medicina
tradicional del norte peruano se usa en ceremonias de curación, por sus efectos
depurativos (purgante y psicoactivo). También es usado en casos de sinusitis,
fiebre alta y problemas de la piel y el cuero cabelludo, entre otros. Su
esencia floral da claridad a la mente y afina la intuición. Los baños del
cactus hervido calman los nervios.
John
Eddowes combina las plantas con esencias Kinde o con diferentes productos,
según los casos que debe tratar.
Para
momentos extremos de la vida o para reducir el estrés cotidiano: yawar chonka,
diente de león, pepino y mariposa roja.
Para
emociones intensas, cuando se llora fácilmente o se está al borde de la
desesperación: mango, yawar chonka y molle.
Para
aclarar mente y ordenar los pensamientos: agerato, jacarandá, ocopa, lirio y
estrella púrpura.
Para
relajar el cuerpo y la mente: Diente de león, verbena y pepino.
Para
conciliar el sueño: extracto de wachuma con colágeno de tuna y aloe, más vitaminas. Aplicar en el cuerpo antes de
acostarse o en momentos de estrés.
Para
desinflamar y regenerar articulaciones, tendones, músculos, huesos cartílagos y
otros: Extracto de molle, matico, chilka y llantén.
Para limpiar los dientes y proteger las encías:
Harina de coca, salvia y arcilla medicinal.
Para dormir: propax, cápsulas naturales.
En resumen, para mantener la salud tenemos una lista
abundante de plantas medicinales. a las que se puede recurrir.
Alfonsina Barrionuevo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario