viernes, 15 de abril de 2022

LOS SEÑORES DEL QOSQO

Desde el fondo de la ausencia y venciendo problemas de salud escribo estas líneas, atendiendo una llamada telefónica de la nieta de don Martín Chambi el Amauta de la fotografía Quería unas notas de la Semana Santa. Si tuviéramos un mapa de Cristos del Perú estaría lleno  por la cantidad de devociones. En cada provincia, distrito o anexo, hay más de una imagen  milagrosa amada por los fieles.  Líneas más adelante va  mi respuesta.

 

Querida Peruska: 

En esta Semana Santa, ambas lejos del Qosqo, tú en Mexico yo en Lima,  entremos en la memoria de nuestras células grises para recordar otras hermosamente vividas en la paz de nuestros hogares.


En el Lunes Santo el Taitacha de los Temblores es pura vida en la cruz, todo amor contra los odios. Se dice que Carlos V envió para la Capital Imperial la imagen de un Cristo, que se quedó en Mosoq Llakta, un pueblo que se encuentra en Limatambo, entrada de todas las remesas que se hacían desde la península. Al admirar la perfección de su rostro su Corregidor decidió quedárselo, está en un altar vitrina ,  y en su lugar mandó una efigie tallada por manos andinas, nadie se enteró del cambio hasta que en el siglo XX el equipo de restauración que tiene su sede en Tipon descubrió que el famoso Taitacha estaba hecho de maguey. Y llevaba en Su costado izquierdo un buzón donde ponían innumerables cartas a Dios que graficaban glamorosos pedidos. En el Viernes Santo fue el Señor Yacente el que apareció en la plazuela de la Merced, con la promesa de la resurrección. A su lado estaba la Madre Dolorosa, Amantísima, como siempre con un pedrusco diamantíno que hace florecer un gran rayo de luz. En el siglo pasado el cronista anónimo nos obsequió la historia de una joven feligresa a quien la Virgen de la Soledad veló sus fiebres en los tiempos del virreinato.

La favorecida guardó en silencio el secreto de las visitas taumaturgas. Refirió la ayuda celestial solamente antes de su fallecimiento. En las manos de la bendita señora colocaron a su ruego el pañuelo de encajes conque ella secó su frente calenturienta.

El Domingo Santo cierra la Semana de rezos, sahumerios y lágrimas.

Que Dios bendiga al mundo. Rosas blancas para todos. 

Peruska, recibe un abrazo cariñoso

Alfonsina