domingo, 7 de junio de 2020


LA FUERZA DE LOS ANDES
Roberto Frisancho, antropólogo por la Universidad de San Antonio Abad del Qosqo y biólogo por la Universidad de Pensilvania, EE.UU., nos proporciona luces notables sobre su especialidad, la altura. Veamos el gran aporte que puede dar este guerrero natural que protege los Andes.
Nacido en el Qosqo, la vida de Roberto Frisancho* arranca de Accha, Paruro, uno de los hermosos pueblos que unen historia y leyenda. Los Hermanos Ayar salieron de Paqareqtanpu para fundar un imperio. 
Doctor Roberto Frisancho y su esposa Hedy
Sin desvincularse del Perú su trabajo en la Universidad de Michigan, donde reside, ha centralizado por varios lustros sus investigaciones, publicaciones y conferencias acerca de la altura, regiones de la Suni y la Puna. En estos meses  marcados por el Covid19 es alentador conocer cómo funcionan sus mecanismos disminuyendo su ataque por la influencia del clima en tierras peruanas y tibetanas, donde el corazón y los pulmones se expanden tratando de capturar el escaso oxígeno del aire. Su último libro trata justamente del cuerpo y tamaño excepcional del cerebro humano en esos lugares donde llueven las estrellas.
Alfonsina Barrionuevo

LETALIDAD DEL CORONA VIRUS EN  LA ALTURA
En el Cusco, localizado a una altitud media de 3,300 metros,, ocurrieron  sólo tres muertes. De manera similar en Puno localizado a 3,750 metros,  hay pocas muertes entre los infectados. A propósito, de acuerdo al diario ‘La República’  hasta el 31 de mayo las tasas de mortalidad para las  regiones  situadas por encima de los 3,000 metros está tres veces menor que al nivel del mar. También el diario ‘El Comercio’ del 18 de mayo, indica que  la recuperación de los infectados es mejor en el Cusco que al nivel nacional. Como va esta pandemia es posible que esta diferencia cambie.
El interés de estudiar la interacción de la hipoxia (es decir baja presión barométrica) y la infección del corona virus se debe a que el proceso de adaptación a la altura conlleva cambios  en el sistema cardiovascular. Por ejemplo, si una persona vive en la altura tiene un mayor tamaño del volumen pulmonar, más aún si uno llega a vivir en la altura antes de los 8 años aumenta también el volumen alveolar del pulmón, con lo cual uno extrae mayor cantidad de oxígeno del ambiente. Esta adaptación tiene una gran importancia ya que la letalidad del corona virus se debe a que afecta al pulmón impidiendo la respiración y extracción de oxígeno. El tema de virulencia y mortalidad bajas asociadas con infección de coronavirus, que ocurren en poblaciones que viven en localidades de gran altitud fue remarcado en un artículo  reciente titulado ‘Does de pathogenesis of SARS-CoV-2 virus decrease at high altitud’, publicado en el Journal ‘Respiratory Physiology and Neurobiolgy’ los autores postulan que la adaptación a medioambientes de alturas elevadas, hace que los habitantes locales sean menos susceptibles a los efectos de SARS (CoV19)2*(Cov19), debido a que sus habitantes expuestos de manera crónica a condiciones de hipoxia, expresan una reducción de los receptores ACE2 en sus pulmones. El estudio de poblaciones incluye datos epidemiológicos de la región del Tíbet en China, con poblaciones que viven en un rango de 3,500  a 4,000 metros. Bolivianos y Ecuatorianos que viven a altitudes de un rango entre 2,400 a 4,000 metros sobre el nivel del mar. Los resultados indican que el impacto del coronavirus en la meseta del Tíbet, ha sido dramáticamente más bajo comparado con el resto de China, específicamente sólo 134 casos han sido confirmados en la meseta, incluso en aquellos que desarrollaron condiciones serias, todos se recuperaron y no se observó mortalidad. Igualmente, en las provincias bolivianas localizadas a gran altitud sólo fueron detectados 54 casos de C0vid19, comparado con 140 casos de infectados en provincias de baja altitud. En otras palabras, los promedios de infección a gran altitud son tres veces más bajos comparados con las comunidades de baja altitud. De manera similar en Ecuador, sólo 722 personas con Covid19 fueron reportadas en áreas de gran altitud, comparados con 2,943 casos en las regiones de la costa.
LA MAGIA DEL NEVADO SALKANTAY
En resumen, claramente, la patogénesis del Coronavirus y la prevalencia de infección en el Tíbet y en las regiones alto Andinas, son dramáticamente más bajas que en poblaciones que viven a baja altitud, y que no corresponde a las tendencias globales. Los autores postulan que los mecanismos por debajo de la severidad más baja de la infección por el virus SARS-CoV-2 en poblaciones de altitud elevada, podrían estar  relacionadas a los rayos  ultravioleta (UV) elevados, radiación que ocurre con más intensidad en la altura, y que reduciría el tiempo de vida medio del virus  junto con la hipoxia que reduciría  la expresión de los receptores de la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2), el cual es el principal blanco para que el virus SARS-CoV-(4) se adhiera y penetre el epitelio pulmonar.
Los investigadores también proponen que la alta radiación solar (UV) en poblaciones de altura reduce la virulencia. Esta posibilidad se basa en  estudios que incluyen exponer el Coronavirus SARS a irradiación UV por 60 minutos y resultó en la destrucción de la infectividad a un nivel indetectable. Sin embargo, la pregunta es, ¿de qué manera estos hallazgos pueden ser aplicados a los humanos? La posibilidad de adaptación a un ambiente de altitud elevada, podría hacer a sus habitantes menos susceptibles a la virulencia del SARS-CoV-2, es un postulado interesante. Esta hipótesis está basada en los hallazgos sobre el nivel de expresión del receptor de la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2) en las células pulmonares epiteliales, lo cual puede modular el promedio de infecciones por SARS-CoV-2. Por lo tanto se ha propuesto, que los habitantes de altura (crónicamente expuestos a niveles de hipoxia  tienen niveles reducidos del receptor ACE2. Esta es una posibilidad interesante que debe examinarse considerando las estrategias adaptativas fisiológicas y genéticas de las poblaciones que viven en las grandes alturas en los Andes y en el Tíbet y que son diferentes. Los Andinos de altura muestran volumen pulmonar residual incrementado, ventilación pulmonar disminuida y concentraciones de hemoglobina elevada.  En contraste las  poblaciones del Tíbet están caracterizadas por tener ventilación pulmonar y niveles de concentración de hemoglobina no elevadas, similar a la de poblaciones de baja altitud, y un incremento moderado de volumen pulmonar. Sin embargo, ambas poblaciones Andinas y del Tíbet consiguen un alto nivel de oxigenación tisular. Por lo tanto las adaptaciones fisiológicas que puedan proteger sobre el impacto de la infección del virus COBID-19 deberán ser diferentes entre las poblaciones Andinas y del Tíbet.
En conclusión, es evidente que la frecuencia, patogénesis y mortalidad asociada con el Coronavirus, que ocurre a gran altitud son marcadamente diferentes en poblaciones que viven a baja altitud o cerca al nivel del mar. Esta dramática diferencia está probablemente relacionada con la interacción simbiótica de los procesos adaptativos fisiológicos y  con la radiación ultravioleta elevada de las grandes alturas; todo lo cual, lleva a preguntas que necesitan ser contestadas con investigaciones futuras. Investigaciones que podrían tener un impacto profundo de importancia sobre el entendimiento de la fisiología y patogénesis de este virus. Como ha sido demostrado en una reciente investigación, los anticuerpos derivados de la llama Andina  pueden neutralizar la patogénesis del coronavirus.
Una vez más, la investigación sobre la biología a grandes alturas continúa en contribuir al avance de la ciencia  para el bienestar de la humanidad.

*Roberto Frisancho Fernandez Baca. Qosqo. Perú.

EVOLUTIONARY ORIGIN OF THE UNIQUE BODY SHAPE AND LARGE AND COMPLEX BRAIN SIZE OF HUMANS

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