KUKULI Y SUS SUEÑOS DE COLORES
En un pueblo del Perú me contaron
la tierna historia de un niño que tenía como amigo un pajarillo. No había mucho
que ver en los cerros donde apacentaba sus alpakas y sus llamas. Pero la
avecilla que volaba por los cielos llenaba su soledad. Lo buscaba al final de
cada viaje y se pasaba el tiempo contándole las mil maravillas que había visto.
Hasta que un día se despidió, prometió volver y no regresó. El niño lo esperó,
lo extrañó y pensó muchas cosas, que había cambiado de rumbo, que anidó en algún
lugar o que se cansó de retornar. Un día tuvo que ir a un caserío y en un
recodo del camino distinguió unos huesos pequeños al lado de unas plumas que
creyó reconocer. Cogió el más largo y al limpiarlo escuchó la voz del
pajarillo. Muy apenado le contó que regresaba cuando un cazador lo mató, pero
que no se acongojara, sólo debía soplar en el hueso y con la música brotaría su
voz para seguir con sus relatos.
A Kukuli le gustó la historia y
dibujó a los pequeños protagonistas para un conjunto de cuentos infantiles que
llamé ‘Huchuysito, el Pequeñito’. Nuevamente trabajamos juntas.
¿LA BANDERA INKA?
Hace
años que quiero pensar, sentir y soñar a la manera andina y confieso que no es
fácil. La mentalidad occidental data de quinientos años atrás, cuando se
adhirió a nuestra vida como una segunda piel. Por eso cabe su imposición en el
subconsciente colectivo y nos haría bien salir de su control para ser mejores. En
ese camino muchos se preguntan hasta qué punto es importante que los antiguos
peruanos hayan tenido una bandera. No deja de ser hermoso contemplar cómo
flamea la ‘blanquirroja’, más volvamos al siglo XVI, cuando América estaba
cercada por dos océanos y otras culturas se desarrollaban en esta parte del
planeta. Al momento en que la inventó un
cronista oficioso o dijo, un khipukamayuq informado, que existió una bandera antecediendo
al gran acompañamiento del príncipe cusqueño Atawalpa en Cajamarca.
Ahora
que he leído el libro sobre la Historia de Puno y el Altiplano, del acucioso historiador
Nicanor Domínguez, veo el tema con mayor claridad. No se sabe si existió esa
bandera. Si los cusqueños de aquella época la idearon para que fuera rampando,
es decir alzándose en alas del viento. De hecho tal insignia tuvo que ser diferente
a otras de largo historial que llegaron del Viejo Mundo con Pizarro. Para no
abundar en ejemplos pienso solo en las wankas que cambiaron su valle tibio por
el altiplano en tiempo de los inkas. Acompañaron a sus padres, hermanos y
esposos porque debían pelear a muerte con los chiriwanos que subían una vez al
año de las yungas para robar mujeres y comida. Ellos les estaban ganando cuando
insólitamente las wankas, en una decisión desesperada, se levantaron dando tremendos
wapidos y sus voces tuvieron el efecto de una bandera tremolando sobre sus
cabezas. Los chiriwanos que nunca vieron gritar a las mujeres de esa forma pensaron
que aquellas estaban poseídas por espíritus muy poderosos. Se retiraron en
tropel y nunca más volvieron. Me lo contaron en Huancané.
La insignia-bandera
no tenía que ser necesariamente de tela. Para las wankas fue su voz izada hacia
el infinito. Estudiosos muy autorizados recogen la unancha de los cronistas
de siglo XVI. Como estos entendían mal el qechwa y lo escribían peor y
parcamente pudo ser una especie de guión. No hay figura u otro vestigio que lo
apoye. No se sabe si los khipukamayuq alcanzaron a describirla. Los Inkas debieron
tener una insignia y es probable que existiera en otros reinos de nuestro
territorio como el de los muchik. Podría haber sido de oro, de plata, cuadrada, rectangular, en triángulo. Si
existió la unancha de colores en esa época fue de mucha riqueza, y cabe que maestros
especializados pintaran los siete colores de k’uichi, el arco iris, sobre un
metal como el cobre y sus aleaciones.
Me parece que los inkas lo hubieran pensado mucho si se tratara de una bandera de colores. Un arco iris adueñándose del cielo después de la lluvia se ve imponente pero cae luego en los charcos, como castigado por veleidoso y fatuo. Y quién dice que son siempre de siete colores, podría ser de cinco, cuatro, tres o dos. Los habitantes del campo no lo miran nacer ni lo señalan porque puede matar y pudre los dientes. Pero si bien fuera un estandarte con el arco iris por su prestancia quién sabe si sería ajedrezado y no lineal.
Me parece que los inkas lo hubieran pensado mucho si se tratara de una bandera de colores. Un arco iris adueñándose del cielo después de la lluvia se ve imponente pero cae luego en los charcos, como castigado por veleidoso y fatuo. Y quién dice que son siempre de siete colores, podría ser de cinco, cuatro, tres o dos. Los habitantes del campo no lo miran nacer ni lo señalan porque puede matar y pudre los dientes. Pero si bien fuera un estandarte con el arco iris por su prestancia quién sabe si sería ajedrezado y no lineal.
Me
dirán por qué escribo Qosqo, lo hago porque los españoles quisieron deslucir a
la ciudad puma para convertirla en ciudad perro. En español cuzco es un
perrillo insignificante. Además la primera Pachamama conocida se llamó
Pachamama Qosqowanka, una madre tierra que apareció sentada en el centro de una
gran piedra en el lecho del lago glacial que rompió uno de sus diques en la
Angostura para huir.
¿Y
la wiphala? Es una bandera ajedrezada. . ¡Qué linda, qué orgullosa! Podría
devenir del Tawantinsuyo. El ajedrezado se aleja mucho, por ser muy antigua, de
la lineal de colores. Para mí fue un regalo del tiempo verla en una pintura de
la Escuela Cusqueña hecha por un qelqereq del virreinato. Se trata de un
arcángel sin arcabuz que la lleva del brazo como si fuera el unkhu o túnica de
un Inka. Más antes se lució en manos de un estandartero imperial tallado en un
kero polícromo.
¿Qué
fue entonces la bandera del Tawantinsuyu? Tal vez una especie de estandarte o
una bandera cuadrada. El señor de Sipán tuvo uno, que tal vez reprodujeron los plateros inkas de Qosqo en oro
y plata. En un espléndido tapiz virreinal el Inka se muestra varias veces con un
estandarte ajedrezado al lado de su Qoya y … ¡no es una bandera!
Pero se podría crear una a base del mismo.
Alfonsina BarrionuevoPero se podría crear una a base del mismo.
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