domingo, 28 de mayo de 2017

CHINCHERO:  ¿UN SUEÑO?

En la segunda mitad del siglo pasado la construcción de un aeropuerto internacional en Chinchero, Cusco, fue un sueño. Al principio se pensó en la panpa de Anta pero tenía demasiada agua y drenarla hubiera sido muy costoso. Han volado los años y sigue siendo un sueño difícil de concretar. Actualmente su construcción se discute en términos económicos, pero cabe preguntar si habrán cambiado las condiciones meteorológicas y geológicas del lugar o si pueden salvarse con las novísimas tecnologías. Antes no se podía entrar o salir en las tardes del Aeropuerto Velazco Astete y ahora sí. 

Los tiempos han cambiado. En ese punto de la discusión habría que ver si los obstáculos de la naturaleza se pueden vencer o si lo sensato será buscar otro lugar para justificar las inversiones multimillonarias que demanda. Chinchero posee numerosos atractivos, un gran paisaje, un grupo arqueológico que está postergado y una iglesia virreinal de altos kilates. Veamos cómo estaba el proyecto en 1986 y un resumen del informe periodístico que hice y se publicó en febrero de ese año en la revista “Gente”. Sirva para revisar una situación que se debe investigar.

Aquella vez comencé con una presentación evocadora de sus varayoq. Según ellos en Chinchero, cuando todo estaba en tinieblas, nació el Padre Sol rompiendo la fuente de su progenitora, Mama Lloklla, en un aluvión de luz. En el siglo pasado, siendo Presidente de Perú, el arquitecto Fernando Belaunde Terry declaró que su partido político, Acción Popular, se generó en una visita a Chinchero. Por esta razón lo acogió con particular atención en su primer gobierno.
En 1976 el Consorcio CAIM, LAGESA, LLM y APS hizo estudios preliminares que no fueron aprobados. Estos se hicieron en el sitio. En lo principal no trató del largo de la pista, por ejemplo, sino de la elevación y temperatura que limitaban la capacidad de vuelos. Cualquier avión a 12,300 pies, altura de Chinchero, debía cumplir los requerimientos de ascenso si fallara un motor, suposición que se plantea por seguridad.

Resultado de imagen para chinchero cuscoEn 1980 el gobierno del general Francisco Morales Bermúdez decretó los estudios de factibilidad del aeropuerto por ser de necesidad y utilidad pública. Esa fue una partida oficial, comentó el general FAP Alberto Thorndike Elmore, del directorio de CORPAC, quien los comparó al “nacimiento de un muchacho ciego, manco y cojo”. El proyecto quedó en suspenso hasta que lo relanzó el arquitecto Belaunde en su segundo mandato.
A la convocatoria de un concurso internacional por el Plan COPESCO entró el Consorcio Airways Engineering Corporation Novoa Ingenieros S.A. Su labor fue veloz porque en tres meses desarrolló el trabajo de la llamada etapa cero que comprendía varias cosas que no llegó a hacer, entre otras: un informe meteorológico, certificación de pruebas de las fabricas sobre los aviones que operarían, pero sí un extraño estudio del movimiento de unos nueve millones de metros cúbicos de tierra y un cálculo a futuro de como se elevaría el mercado turístico de pasajeros con  el nuevo aeropuerto.

La entrevista con el general Thorndike tuvo lugar en la Asociación de Pilotos de AeroPerú y versó sobre las deficiencias de Airways en el proyecto de la obra.  Estuvieron presentes el capitán Carlos Arbulú Alva, el ingeniero de vuelo Mario Centeno y el capitán Silvio Brigneti.

OLA DE VIENTOS
La inquietud por las condiciones meteorológicas de Chinchero se advierte en la solicitud que hizo el ingeniero Roberto Santander de COPESCO en el mismo año al coronel FAP (r) César Cútolo, director gerente general de CORPAC. Tenía cosas incompatibles que no se podían aceptar. Si los estudios sostenían que las ráfagas de viento duraban de cinco a diez minutos, lo real especificaba que no eran ráfagas sino fuertes vientos de hasta 40 nudos entre las 14 y 17 horas. Si afirmaban que la duración de las nieblas era de diez minutos la División de Meteorología de CORPAC señalaba que eran de dos a tres horas. Los reportes sobre la temperatura también estaban equivocados por no haberse ajustado en este parámetro a las recomendaciones de la OACI.

Sobre las lluvias (precipitaciones líquidas) solo se referían a éstas, sin decir nada de otras como el granizo (precipitaciones sólidas) ligado técnicamente a la tormenta en desplazamiento de altura y a veces nieve. Sobre las tempestades quedó establecido que se producían normalmente a distancias mayores a los 20 kilómetros especialmente detrás de los nevados Chikón, La Verónica y Salqantay. Sin embargo los consultores en base a informaciones vebales sobre ausencia de tormentas, manifestaron que ellas solo afectarían al aeropuerto si se desarrollaran a 40 o 60 kilómetros del mismo. Afirmaciones que debilitaban sus reportes, ignorándose caídas de hasta diecisiete precipitaciones sólidas.
PASO SERENO

Será interesante conocer los estudios sobre las condiciones meteorológicas de Chinchero hechas en este siglo. No se puede pensar que informes defectuosos  sigan teniendo valor cuando hay cambios en las tecnologías y claro en la naturaleza. Todo debe estar revisado antes de dar el paso definitivo, para no lamentar problemas. ¡Hay que medir esos tempestuosos vientos de cola!

Alfonsina Barrionuevo

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