CUENTOS DEL ANDE
Para Navidad, para un cumpleaños, para todo
el año, los cuentos de tradición a base de la tradición oral tienen un encanto
especial. Los recogí en mis viajes hablando con gente extraordinaria que los
relataba con gusto. Son la historia de los Andes de Perú.
Escribí unas notas que copio con algunos dibujos de Kukuli que siempre ha estado con mis sueños.
El Divino Robapan de Oropesa, Cusco: ¡Un pan
calientito de tradición oral, con pasas de mitos y leyendas, recién salido del
horno!. ¡Cuentos que nutren de peruanidad el alma de los niños!
El Uchuchulko de Santiago de Tuna, Lima: ¡Les
invitamos a conocer a Uxhuchulko, el
pequeño guardián de la vida silvestre! ¡Vamos!
El cuento está en librerías y pueden también llamar a la sr.a Victoria al 4715789.
LA PORTERITA DE OTUZCO
En Quiruvilca, bajo el sol, el frío pellizca las mejillas. Avanza el día
y muerde las manos, las rodillas y se va metiendo en los huesos convertido en
alfileretazos que llegan a la médula.
Los braseros con bolas de carbón de piedra
mezcladas con una arcilla especial para que dure no son suficientes para ese
fiero mastín. El forastero que llega siente sus colmillos y se pregunta si es
posible vivir y soñar en esas condiciones. Sí, lo hacen. En el asiento minero,
por razones de sobrevivencia, una
población de dieciséis mil personas se
mimetiza con el frío reinante y pasan
los años de su brazo.
Me dijeron que era un lugar de
pesadilla. Que la gente brotaba de los agujeros de los cerros. Que los niños
andaban tan sucios y pobres que parecían trasgos o duendes. Que los peones
escupían los pulmones por la silicosis mientras el cementerio se iba poblando
de cruces. Fui a Quiruvilca cuando estaba la Northern Perú Mining Corporation
y era peor. El pueblo no es sombrío a
primera vista. Su cielo es añil a más de
4,100 metros y sin embargo es gris para
la población de extrema pobreza.
En Quiruvilca se lucha por el pan de
cada día y nadie quiere agregar a la hostilidad del ambiente la dureza del
desempleo. Los wamachukus prehispánicos descubrieron probablemente el mineral en su superficie. En runa simi
Kiruwillka quiere decir "diente sagrado".La sacralidad de la plata
en el mundo andino que va paralela a la del oro. Fueron los españoles hambrientos de poder quienes
abrieron las primeras minas obligando a los habitantes de las cercanías a cavar
las galerías y morir sin un padre nuestro entre los derrumbes y las
filtraciones.
En 1920 fue la Northern que comenzó a sacar plata, encontrando
también cobre, zinc, oro, plomo. Por
esos años se vivió una época de auge y
ante el acicate de extraer las riquezas que guardaba el cerro en sus
entrañas y hacer negocios el pequeño
villorrio creció de la noche a la mañana con gente procedente de Usquil, Santiago de Chuco, Angasmarca,
Otuzco, Trujillo, Huaraz, Lima, y también Alemania, Austria, Holanda,
Dinamarca.
La bocamina llegó a varios niveles
bajo tierra hasta que la explotación de
los minerales, sobre todo el cobre, paró
una y otra vez. Sin embargo, había etapas en que se trabajaba veinticuatro horas. Esos cambios afectaban a
los mineros que trataban de ganar algo más a costa de todo. Los accidentes arreciaron en su afán de
arañar más los minerales.
Entonces volvieron los ojos a la religión. Había que
llevar alguna imagen. Cualquiera, una santa señora, un santo varón, para aferrarse a ella desesperadamente y
obtener su protección.
Otuzco está cerca y entonces evocaron
a una Virgen dulce como una paloma, cuyas manos de lirio se juntan en actitud de ruego, quien les
pareció capaz de pedir piedad a Dios por ellos. Su nombre cobró
fuerza en sus labios morados. Era la Porterita, que escapaba de su precioso altar para estar cerca de los necesitados, y ella fue elegida
por aclamación.
En los inicios de su culto a mediados
del siglo pasado, dice don Apolonio
Aguilar Reyes, los ingenieros Wilford y Stocktom se interesaron en que escultores de Lima fueran a Otuzco e hicieran
una copia de la Virgen. Al cabo fueron dos imágenes. Una del tamaño de la
original y la segunda más pequeña, refiere el director del Colegio Ricardo Palma, profesor Wilson Tacanga
García. Ambas viajaron a su destino dando lugar a una entusiasta movilización
de los mineros y sus familias para
alcanzarlas en el camino y darles
la bienvenida. El párroco Ignacio Otayza de Motil celebró misas en el desvío de
La Constancia y en Shorey, el centro administrativo, en cuyas cercanías se
podía captar la visión espectral de los relaves y un viejo cementerio.
Cuando llegaron la fiesta inundó de
música la plaza grande donde estuvo su hogar
provisional hasta que le hicieron su
iglesia en una calle y hubo salva de camaretazos, color con la presencia de sus
clásicos bailarines, los negritos, que arribaron con los gitanos, acudiendo
también las típicas mojigangas de
Santiago de Chuco. Una procesión linda,
espectacular porque hasta ahora llevan sus andas los hombres del mineral vestidos con sus trajes de labor. La primera
noche se bautizó con el brillante estallido de los fuegos artificiales que
colgaron estrellas en el espacio. La
Virgen de la Puerta llegó en julio y su celebración es única, pues su fecha
patronal es cívico-religiosa, bajada de su altar el 27, el 28 la
fiesta de la Independencia Nacional, y
el 29 el día principal en que recibió el amor recién estrenado de sus nuevos
devotos, que incluyeron la corrida de toros en su honor. Su entronización, se
comenta, bajó la racha de accidentes y la intensidad de los fuertes ventarrones
o "trombas del diablo".
Ella siempre será una Reina pero, en Quiruvilca,
donde su presencia es un motivo para que los niños coman guiso de carne y
pataska durante sus festejos, es la Virgen Minera y lleva el casco de plata de
los Ospina, donado en 1968. A sus pies una luna blanca se tiñe con el arco iris
del lake, un mineral de colores. Sus barrios la celebran por turno con la
empresa. San Pedro, Miraflores, Central, Leoncio Prado Alto y Bajo y el Bronce.
Unas semanas antes la Virgen pequeña, su "Inter", habrá ido de familia en familia
para las novenas llevando a sus corazones un ligero soplo de esperanza.
Siempre
se espera un mañana mejor.
Alfonsina
Barrionuevo
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