domingo, 25 de mayo de 2014

LA DESGLACIACION AVANZA               

El  oleaje del mar golpea en las playas pedregosas de La Punta, Callao, Lima. La vista es familiar para sus vecinos. Nadie nota que ha subido de dos a tres centímetros. ¿Se imaginan qué pasaría si llega a sobrepasar siete metros?.
Hace millones de años, los cambios climáticos hicieron desaparecer a los dinosaurios. Hoy, estos cambios hacen pensar, según el metereólogo Mateo Casaverde y otros científicos, que a lo mejor estamos  en la antevíspera del fin de nuestra era.

La declaración es grave y parece exagerada. Los gigantes antediluvianos no fueron causantes de su extinción. Sería lamentable que la Humanidad, con todos los adelantos logrados, pierda sus jardines del paraíso en un tiempo que  está a la vuelta de la esquina. Los países desarrollados que son una minoría, agregan los científicos, son los responsables directos.    
La tierra está  acusando efectos devastadores que no se toman en cuenta. Generalmente por falta de mayor información o por minimizar la noticia de desastres que surgen cuando menos se espera.

Es increíble, pero en el mundo y en el Perú las previsiones son casi nulas.
Cada año se recuerda la necesidad de drenar los ríos que se colmatan en los meses de lluvias y de reforzar las defensas ribereñas, pero los trabajos nunca se realizan a tiempo. Urge reforestar masivamente las cuencas hidrográficas, pero tampoco se hace, hasta que las llokllas o avalanchas nos recuerden esta tarea pendiente.
La preocupación del estudioso Mateo Casaverde, quien fue director del Instituto Geofísico del Perú, viene de observar los nuevos efectos de los cambios climáticos que están aumentando en frecuencia e intensidad.


CALENTAMIENTO GLOBAL

Un artículo del estadounidense Andrew Thomson, de la Universidad de Ohio, precisa que se calculaba un plazo de cincuenta a cien años antes de que el calentamiento global fuese peligroso. Sin embargo, en setiembre del 2,002 comenzaron a adelantarse los pronósticos cuando apareció un “río” de agua dulce en el Océano Atlántico provocado por grandes  masas de hielo polar derretido. Se creia, así mismo, que en un futuro lejano habría inviernos muy frígidos en Norteamérica y Europa. Pero ya se están produciendo. 
En el 2004 el inglés David King, de la oficina del Primer Ministro Tony Blair, expuso que era necesario prepararse ante la catástrofe mundial que se venía perfilando. En la revista “Sciencie” escribió el resultado de sus trabajos y concluyó: “En mi opinión, el cambio climático global es el más severo problema que afronta la humanidad actual.”
        
A su vez Andrew Marshall de la Office of Net Assessment de los Estados Unidos, explicó como el derretimiento de los polos y los glaciares en el mundo generarán el desastre climático global más serio de la historia escrita al cortar a la corriente del Golfo (cálida) su capacidad de mantener alejados a Norteamérica y Europa de un congelamiento permanente, que mantiene en gran forma el equilibrio climàtico global.     
“El derretimiento de los glaciares en el Perú es patente, dice Thomson. En 1954, (un avión) DC3 de TAM se estrelló en el glaciar del Yerupajá. Cuando localizaron el avión siniestrado se veía la punta del timón de cola que desapareció bajo la nieve del glaciar. Pero hace unos años, andinistas descubrieron que en gran parte el hielo se había derretido y los restos del avión estaban expuestos a la vista por primera vez.”

“Si los glaciares de la Cordillera de los Andes continúan perdiendo nieve, agrega Mateo Casaverde, en menos de veinte años, según Thomson, bajarán los caudales del río Santa afectando poblaciones y campos de cultivo”. Otro tanto se puede decir de todos los ríos interandinos. Al respecto tendremos otros desastres naturales como erosiones, deslizamientos, aluviones, por la peculiar orografía de nuestro suelo. Casaverde señala que los problemas se magnifican en el Perú debido a sus 240 cuencas y subcuencas, donde se generan estos fenómenos geológicos.
“Ahora, continúa Thomson se producen incendios forestales en zonas que siempre fueron húmedas en Alaska, huracanes con fuerte frecuencia jamás vista en el Caribe. Incluso, por primera vez en la historia el norte brasileño fue azotado por un huracán.”

Gracias a fotos satelitales de 1973 a 2003 Andrew Marshall ha comprobado objetivamente que el 40% del Polo Norte se ha derretido en sólo 33 años, y que el proceso está más acelerado en la actualidad, con todas sus brutales consecuencias. Paralelamente, en los Andes peruanos, se ha comprobado la pérdida de un 35% de la masa de los glaciares. Es curiosa la posición de los científicos auténticos y los científicos “oficiales” en cuanto a sus declaraciones. En el Polo Sur el desprendimiento del glaciar Larsen A sorprendió a todos. Pero “los oficiales” rápidamente dijeron que no importaba porque había estado conectado al Polo Sur más o menos 10,000 años. Agregaron que el glaciar Larsen B que estaba detrás nunca se derretiría. Pero en el 2003, este glaciar, de aproximadamente 600 km2 de superficie, se rompió y se deslizó hacia el mar. Entonces, “los oficiales” afirmaron que se derretiría en seis meses, pero fueron apenas 35 días, elevando el nivel de las aguas de los océanos del mundo.
Eso no es todo. Otra masa llamada Glaciar de Ross se ha fracturado y elevado el nivel del agua en las costas de los países que están junto al mar. En general, se estima que el nivel de los océanos crecería entre 6 y 7 metros. “Eso sería terrible para La Punta, Callao, Lima,  y también para las islas, puertos y otras ciudades del litoral,” reitera el ingeniero Mateo Casaverde.

De suceder, territorios de la actual Europa del norte quedarían bajo una capa de hielo de varios cientos de espesor; y el norte de los Estados Unidos e Inglaterra pasarían a tener el clima de la actual Siberia.
Al existir, además de la Corriente del Golfo otras corrientes marinas, como la de Humboldt en el Perú, es posible que la costa se tornaría en una selva tropical pero con heladas constantes en la puna. Entre tanto, la Amazonía pasaría a ser un pajonal con algunos lunares verdes en las cuencas de los ríos con origen ecuatorial. El clima del planeta sufriría otros cambios radicales que durarían alrededor de 90,000 años.

“De acuerdo con las últimas investigaciones, el cambio climático radical global empezaría a producirse dentro de tres a cinco años y sería muy rápido. La especie humana está advertida por los científicos”, dice Mateo Casaverde. “Tenemos que ser realistas y previsores. Los pronósticos pueden parecer fatales, pero no tienen fines alarmistas. El propósito es obtener una reacción de los gobiernos, si queda tiempo.” Todos estamos advertidos.


Alfonsina Barrionuevo

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