Alfonsina Total

La idea
primigenia fue mostrar las creaciones del arte popular, “un río que fluye sin
detenerse”, pero Luis Repetto quiso hacer algo más, coincidir con el espíritu investigador
de la periodista. Sus fotografías con personajes entrevistados por ella en ese
interesante quehacer, lugares recorridos
en las clásicas regiones y las notas en “El Comercio” y “Caretas”, entre otras
publicaciones, que generaron varios libros. La máquina de escribir eléctrica que fue dada
de baja al llegar la computadora, el proyector de slides ahora en desuso, y la
videocámara, sacadas del desván. No terminó allí. Se llevó “América Rota”, un
barro de Kukuli y su Santa Rosita negra, una belleza. También las fotografías de José Alvarez Blas
y Fernando Seminario Solaligue, de la Exposición “Wakas de Qosqo” auspiciada
por instituciones amigas como Antapaccay, Aranwa y la Cátedra de UNESCO de la
Universidad Ricardo Palma.
La muestra
es una hermosa recreación, llevada a cabo con talento y generosidad, acerca de
tiempos vividos y sueños realizados. Alfonsina sigue vigente como siempre, haciendo entrevistas y escribiendo.
"Alfonsina Total" es la obra extraordinaria del director del Museo de Artes y Tradiciones Populares, quien comparte con la periodista la amistad entrañable de Mildred Merino de Zela, fundadora del Centro de Catalogación y Apoyo al Folklore, cuando la Facultad de Antropología de la Pontificia Universidad Católica del Perú funcionaba en la Casa de Riva Aguero.
LOS YACHACHIQ DEL AGRO
En el 2014 César Sotomayor Calderón y
yo compartimos algunos comentarios sobre el campo. El tema comenzó con los “saberes” de los pequeños agricultores andinos a quienes les
inquietaba la proximidad de malos
tiempos.
“Este año lloverá poco y los cultivos
se arrodillarán ante el calor o soportarán diluvios”.
“El nevado Chikón pierde nieve. No
ayudará a guardar el chuño”.
“Está nevando demasiado. Morirán
muchas crías de alpakas.”
Ellos ignoraban que su visitante, a
quien confiaban sus cuitas, era un economista de larga trayectoria y que era Viceministro
de Políticas Agrarias del Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI). Pero sí les
daba confianza su empeño en ayudarles. Lo conocían del Proyecto
“Haku Wiñay” del FONCODES-MIDIS, que desde hace tres años favorece a miles de familias rurales.
Hace 25 años que Sotomayor se prendió la escarapela del campo
en el pecho y, considerando que el Perú ha dado al mundo cientos de especies
alimenticias, gracias a los conocimientos milenarios de la gente del Ande, decidió trabajar con ellos.
Conversamos y me dijo algo muy cierto. Se
puede prescindir de muchas cosas, mas no de los alimentos, y el Estado tiene la
responsabilidad de garantizar la seguridad alimentaria de los peruanos y
proyectarse a los mercados internacionales, con los comestibles producidos en
sus ochenta y cuatro pisos ecológicos.
Según señaló la pequeña producción de
las comunidades nativas y campesinas, denominada “agricultura familiar”, tiene
el valor de haber conservado a un alto precio, como la discriminación, la
riqueza de nuestra biodiversidad. "Domesticar las especies alimenticias fue una
proeza de los antepasados preinkas e inkas, que crearon valiosas tecnologías,
como la construcción de andenes o el tratamiento de semillas en diferentes condiciones climáticas.”
Le pregunté si había algún
reconocimiento a esa lucha anónima y silenciosa. Me respondió que a raíz de la
celebración del “Año Internacional de la Agricultura Familiar”, el MINAGRI se
impuso la tarea de hacer más visible su esfuerzo. Por ejemplo, mediante inversiones
en obras de riego e insumos.
“Los productos nativos, observó, han
sido puestos en valor por la gastronomía, incentivando el consumo de la papa nativa, la quinua o kihura y otros
alimentos andinos en los grandes restaurantes. Había que dar alas a la pequeña
producción agraria, para asegurar esa gran despensa en el país, sino a nivel
mundial".
Resulta interesante que la producción
agraria familiar genere cerca del 80% de los productos alimenticios que se consumen en
los principales centros de abastos de Lima y las ciudades del interior. Ellos cultivan el 82% de las tierras dedicadas a
leguminosas, el 76% a tubérculos y raíces, el 74% a cereales, el 72% a
hortalizas y el 63% a frutas, como lo registra el IV CENAGRO.
Le comenté que dada la incertidumbre
del clima debería haber un seguro contra los desastres naturales desencadenados
a veces por el sol y por la lluvia, y me sorprendió
al contestar que existe un Seguro Agrario Catastrófico, con un fondo de 30´000,000 de nuevos soles, entregado a
algunas compañías de seguros, para cubrir indemnizaciones hasta por 350´000,000 de nuevos soles en la esfera de
los pequeños agricultores de las regiones climáticas más vulnerables. El seguro
cubre hasta diez riesgos: sequías, lluvias torrenciales, heladas, nevadas
plagas y otros.
En el caso de los pequeños alpakeros indicó
que hay un fondo de reposición alpakera
que, en este momento debe estar poniéndose a prueba para el caso de animales
victimas de heladas y fenómenos conexos. Su beneficio es doble: repone la
pérdida y lo hace con un ejemplar joven y de una buena calidad genética. En
algunas partes, como Espinar, Cusco, se trabaja por iniciativa privada en la
prevención y mitigación de las heladas y nevadas, construyendo cobertizos para atenuar al frío
extremo.
Recordé las quejas de un productor de
Wanqata, Huarochirí, Lima, porque sus
manzanas tenían que quedarse en los árboles por falta de una carretera. Sotomayor
que conoce muy bien el problema, porque trabajando en el FONCODES y el MINAGRI ha
ido caminando o a caballo, a innumerables comunidades, explica que hay
responsabilidades compartidas con los gobiernos regionales y otros organismos. En
este caso sería el Ministerio de Transportes.
El Perú está creciendo, tanto para
el consumo interno como para la agroexportación. En el 2014 el valor de nuestras
agroexportaciones superó los 5,300 millones de dólares. Ahora el pequeño
agricultor es más eficiente, más competitivo y más comercial
Por último se está trabajando con la
capacitación horizontal, de campesino a campesino. Más útil que poner un profesor
con doctorado resulta la transferencia de tecnologías a través de productores
exitosos, llamados yachachiq o kamayoq. La
práctica les ha dado muchos
elementos de competencia en diferentes
temas. Por ejemplo: manejo de praderas y cosecha de lluvias en las partes altas
de las cuencas, manejo de suelos y de ganado, ventas en bloque, etc, etc.
Incluso hay señoras yachachiq expertas en capacitación financiera, que enseñan
a otras la conveniencia del ahorro.
Alfonsina Barrionuevo
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