viernes, 12 de junio de 2015

LA WAKA DE QARITANPUKANCHA

Si alguien me hubiera preguntado dósde fundó Cusco Manko Qhapaq hubiera respondido genéricamente, “en el valle del Watanay”. Como decir en cualquier parte. Me parece increíble saber ahora que lo fundó donde está el Qorikancha.
No he necesitado retroceder en el tiempo. Ha sido muy fácil. Alguien con  poder: Kusi Yupanki/Pachakuti después, se informó del acto y como, en ese tiempo, no se usaba construir monumentos indicó que se considerase el centro del patio, dentro del  santuario, para crear una waka: Qaritanpukancha, en su recuerdo.
Los especialistas fueron gente adiestrada en el manejo de khipus propios y antiguos, donde se registró en una cuerda con nudos la ceremonia.
Foto: Dr. Josè Alvarez Blas
Al organizar la ciudad y el sector religioso el inka urbanista evocó a su ilustre antepasado para que se le rindiera homenaje, y, se reconociera su decisión de markayoq para ubicar en el lugar un gran templo dedicado al Apu Inti, Padre Sol de los Inkas.  
En la Exposición Fotográfica que se abre el lunes 15 con fotografías de José Alvarez Blas y Fernando Seminario Solaligue se exhibirá  la hermosa foto que ven Uds. del patio del convento de Santo Domingo. En la fuente habria estado una piedra redonda. pulida por las aguas de algún río cercano. que representaba a Manko Qhapaq.
La piedra ya no está pero queda la presencia de su espíritu. Me han ayudado en estos pasos de investigación la Empresa Minera Antapaccay y la Cátedra de la UNESCO de la Universidad Ricardo Palma.
Todavía queda camino para recorrer. Mi libro sobre los khipukamayoq y sus versiones está listo para el próximo año si encuentro mecenas que apoyen esta labor. 
                               

EL PODER DE QOYLLUR RIT’I

Una estrella que irradia su magnetismo a un nevado es la razón del peregrinaje a Qoyllur 
Rit'i. Para comprender su misterio  hay que ubicarse en el Cusco cuando el virrey Francisco Toledo intentó desalojar a sus manes tutelares con una deslumbrante concentración de 117 imágenes religiosas de los virreinatos y audiencias de América.
Vano esfuerzo del gobernante que quiso cambiar con su despliegue de vírgenes y santos un mundo diferente que conecta las fuerzas de la naturaleza con la tierra y el cosmos.
Cómo retirar  al sol que da vida y calor desde el cielo; a la luna que maneja las mareas; a las estrellas que deciden las siembras, la multiplicación de los animales y marcan el destino de los hombres; a los vientos que en husos gigantescos arrastran las enfermedades; a la lluvia que baja presurosa cuando se raja el labio de los surcos; al fuego  que abre sus flores ardientes en la tierra.
Cómo romper el carácter sagrado de una ciudad donde tenía su templo algo tan frágil como el sueño y donde se albergaba la   muerte, sin discriminarla de la vida, su gemela.  Lo único que logró el arrogante virrey fue el sincretismo, integrar las imágenes religiosas de su mundo a la ecología del nuestro.
En el siglo XVIII cuando se descubre una movilización religiosa andina hacia el nevado Qolqe Punku, "Puerta de Plata", en la cordillera del Ausanqati, se produce un discurso similar. El obispo Manuel Moscoso y Peralta, subestima a la gente de la cordillera  y cree que podrá revertir las creencias.

Para ello entreteje con sutileza la historia de Marianito Maita, pastorcito de alpakas en la hondonada de Sinak'ara, que juega con el Niño Dios. Al ser visto se hace una redada, un ch'ako humano con yanakunas de Paucartambo y Quispicanchis. Acorralados ante un árbol de tayanka Marianito muere y su amigo se convierte en un Cristo que pasa al farallón frente al Qolqe Punku. 
La tayanka, la roca, el Cristo sangrante, vuelven a crear el sincretismo del Corpus Inka. El Señor de Qoyllur Rit'i es objeto de una fe adorable pero continúan las tradiciones ancestrales. 
Más de veinte mil romeros que acuden del gran sur alternan ambas creencias. Rezan al milagroso Señor y cientos bailan en el atrio de la iglesia en policroma ofrenda. Paralelamente realizan sus prácticas rituales. Hacen sus pedidos para tener casa y canchas para el ganado usando pequeñas piedras en las faldas del nevado. El culto a los muertos se manifiesta en la  procesión de una cruz que cargan los ukhukus o pabluchas con las túnicas de los que murieron en los glaciares. Antes bajaban del nevado haciendo ulular sus poros y llevando  bloques de hielo para los ritos de purificación. Ahora ya no por por el proceso de desglaciaciòn que sufre Qoyllur Rit´i. Otros rituales secretos son la feria de los sortilegios y los baños lustrales que son exclusivos para los altomisayoq.

Al terminar la misa de fiesta muchos siguen a Machucruz y Yanakancha para el saludo al sol con "¡hayllis!" o vivas hasta el próximo peregrinaje. La estrella debe alumbrar hasta entonces el camino de sus vidas.

Alfonsina Barrionuevo


          

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