domingo, 29 de junio de 2014

EL RETORNO DEL INTI RAYMI          

El 24 de junio los Apus que rodean al Qosqo deben asistir complacidos a los homenajes que recibe la Ciudad Emperadora. Al principio se le dedicó un día, después una semana y ahora junio es su mes jubilar.    
En 1944 se celebró por primera vez el Día del Cusco que tuvo como acto principal  la escenificación del Inti Raymi. Ese año le tocó la gloria de su fundación al  Comité Organizador presidido por el ilustre cusqueño Humberto Vidal Unda.  Un deseo largamente sentido por destacados intelectuales desde principios del siglo que al fin cobraba realidad.
La admiración extiende sus alas y moviliza a sus habitantes que renuevan cada año su compromiso cultural recordando sus lauros.
La evocación del grandioso Inti Raymi hace vibrar Saqsaywaman, majestuoso escenario desde épocas pasadas,  con el guión escrito por Faustino Espinoza Navarro, notable qechwista,  el que sigue vigente ajustándose a los cambios necesarios.

El Himno al Qosqo, con letras inspiradas del distinguido poeta y escritor  Luis Nieto     Miranda y el gran músico Roberto Ojeda Campana, revela el justo orgullo que despierta la incomparable urbe de sol y piedra. “Que se pongan de pie las naciones/ que disparen su canto de estrella/ y que el mundo te rinda homenaje/ inclinando en tu honor su pendón…”
Los vivas, “¡kausachun Qosqo!”, emocionan y entusiasman a los viajeros que llegan en esos días de junio que son mágicos.  


LA LLAMA ES UNA DAMA

La historia de la llama tiene que ser reescrita. El animal de carga que conocemos presenta un pasado de abolengo. La bióloga Jane Wheeler, nacida en Washington, hace novedosas revelaciones sobre ella, afirmando que partió en épocas remotas de Norteamérica.   

A mediados del siglo pasado  las llamas pasaban por la Plaza de Armas de Qosqo, transportando productos del campo al  mercado de San Pedro. Por 1990 vi “puntas” o grupos de llamas saliendo de Tanta, un poblado de altura de Yauyos, Lima, llevando tejidos a diferentes localidades, bajando hasta el mar en Calango, de donde retornaban con maíz, trigo, garbanzos, habas, naranjas y uvas.
Hace unos años se les vió en el Museo de la Nación, en Lima,  circulando por los caminos inkas y preinkas, en un documental sobre el Qhapaq Ñan. Siguieron  de “porteadoras” en el primer Llamanaani de Eco Aventura Perú, organizado por Roberto Aldave, cargando mochilas, equipos de fotografía y televisión. A sol abierto abrieron una ruta que presentó múltiples atractivos en Bolognesi, Ancash; yendo desde la laguna de Conococha hasta Matara, donde florecen hermosas flores de qantu o kantuta junto a una residencia preinka.          

Alguna vez, en el “Algarrobal”, un museo moqueguano, la arqueóloga Sonia Guillén me mostró unas llamas momificadas. Su pelo era suavísimo y de un color canela encendido. Ella me dijo que hablara con Jane Wheeler, una bióloga americana que es Coordinadora de Investigación y Desarrollo de Camélidos Sudamericanos de la Organización Conopa. A Jane le fascinan estas criaturas que parecen princesas andinas,  orejas en punta, ojos sombreados por largas pestañas, cuellos altaneros y garboso andar.
La entrevisté en  mi programa “Huellas del Tiempo”, de Pax Televisión, y me contó que hace millones de años los guanacos, sus antiquísimos antepasados, vivieron en Norteamérica. En California se encontraron restos petrificados, que tenían una antigüedad de un  millón cuatrocientos años. Al pasar a Sudamérica lo hicieron  por los llanos amazónicos y siguieron a las pampas argentinas. De allí, fueron tramos cortos, a Bolivia, Perú y Ecuador.     
           
Jane Wheeler trabajó en el sitio arqueológico de El Yaral, ubicado entre cerros abuelos de Moquegua, sobre el río Osmore.  Allí  descubrió llamas y alpakas momificadas. Mediante análisis de muestras de piel y fibra, se obtuvo evidencias de la preexistencia de dos razas de llamas y dos de alpakas. Una raza de llamas, aparentemente ya extinta,  de  fibra fina sin pelos, y otra de fibra gruesa, semejante a las de hoy,  pero más uniforme.

En esa época, hace 900 o 1000 años, fueron seleccionadas intensivamente, obteniéndose uniformidad en finura, conformación del vellón y color, mientras que las actuales tienen gran variación en el grosor, pilosidad y color de fibra, producto de cruzamientos incontrolados.
Documentos de los siglos XVI y XVII registran la virtual desaparición de llamas y alpakas en el Qosqo, junto con un ochenta por ciento de la población humana, en menos de un siglo después de la “conquista” española. (Flores Ochoa, 1977 y 1982).
El análisis del ADN de los animales  prehispánicos, dice Jane, ha servido para medir los cambios genéticos producidos por la conquista y la incidencia de hibridación en las llamas y alpakas de hoy.
           
Los comentarios de la bióloga son muy interesantes.  Según Crosby (1972), “el  asentamiento europeo y colonización del Nuevo Mundo desató una  crisis ambiental de magnitud sin precedentes. Con la introducción de  cultígenos del Viejo Mundo, nuestros animales, prácticas agrícolas y paisaje, fueron alterados irreversiblemente.”
Su ganadería (ovejas, cabras, vacas y cerdos), desplazó a llamas y alpakas de su habitat en el valle costero, a tierras marginales elevadas donde sus animales no podían sobrevivir. Las consecuencias de esta catástrofe en la producción de camélidos contemporánea son raramente consideradas. La falta de registros escritos de la época preconquista y la pérdida de conocimientos transmitidos oralmente acerca de la cría de dichos camélidos hace difícil evaluar en qué medida  influyó Occidente. Actualmente las llamas se crían como animales de carga y se conocen tres fenotipos diferentes, aunque puede haber más.

Casi todas las llamas son del tipo a.1, caracterizado por la falta de fibra en la cara y crecimiento relativamente escaso en el cuerpo. Wheeler destaca que es poco común el ch'aku o llama lanuda, con un vellón más pesado y fibra creciente en su frente y en sus oídos. Las características de la fibra de la variedad tercera son intermedias. El color tiende a ser irregular y varía desde el blanco, marrón, negro o gris. 
Los pobladores de la cuenca del Lago Titiqaqa llevaron tradiciones y ganado de mucha altura a la costa. Las alpakas y llamas de El Yaral pueden ser consideradas como descendientes de aquellas.

Su excepcional estado de conservación ha hecho posible un análisis sistemático de su fibra y de la composición del vellón, así como de su microestructura con un microscopio electrónico de barrido. Fue inesperado encontrar que cinco de seis momias de llama pertenecían a una raza aparentemente extinta, de fibra fina.  El vellón de la sexta era áspero, representando claramente una segunda raza de llama. La variabilidad de la fibra de llama hoy en día muestra un aumento de pelos y aspereza general del vellón, que probablemente comenzó durante la conquista española.
Al cambiarles de medio ambiente, recluyéndolas en la puna, llamándolas “ovejas de la tierra” se distorsionaron conceptos que las perjudicaron. Los mismos veterinarios les recetaban medicinas como si fueran ovejas.

Se ha aprendido de las llamas y las alpakas de El Yaral cuál es el verdadero potencial de estas especies productoras de fibra, explica Jane Wheeler. Desafortunadamente, muy poco se conoce sobre la variación de estos camélidos en los Andes. Incluso no se puede determinar si las variedades preconquista existen todavía  y si son rescatables con una crianza cuidadosa.  Hay absoluta urgencia de identificar y preservar a las poblaciones relictas antes de que ocurra cualquier otra pérdida genética o modificación.
Finalmente, señala que la genética utilizada para distinguir las razas de los cuatro camélidos sudamericanos y los híbridos, con secuencias de ADN nucleares de toda América del Sur está produciendo resultados prometedores.


Alfonsina Barrionuevo 

domingo, 15 de junio de 2014

EL OJO DE DIOS

La foto que está más abajo  es muy rara y fue tomada por la NASA.

Según se afirma es un tipo de evento que ocurre una vez cada 3,000 años.
Verla ha maravillado a mucha gente y le llaman  "el ojo de Dios".
Es una manera de sentir que nos mira desde el espacio . 
La foto fue captada por el telescopio Hubble.






LOS CORPUS DE CUSCO

Un día, cuando las tinieblas envolvían la tierra, una mujer que llevaba un hijo en sus entrañas, llegó a Sincheraq, Chinchero. Cuando le preguntaron quién era dijo llamarse Mama Lloklla, “madre aluvión”, no se sabe por qué. Cuando dio a luz un niño el lugar se iluminó porque la criatura llevaba una luz radiante en la frente. Los chinchero construyeron un templo en su honor porque fue su paqarina, su lugar de nacimiento.

Las gentes de otros pueblos se preguntaban por qué Chinchero se iluminaba entre todos. Era el niño que fue creciendo. Cuando llegó a la pubertad su madre le dijo que debía bajar al valle del Ausanqati y fundar un gran pueblo: Qosqo, que sería cabeza de un imperio. Antes debía casarse con Pitusilla, la hija del kuraka a quien amaba.

Ambos caminaron mucho y en las noches  su senda era de luz. Hasta que llegaron al lugar donde plantó una vara de oro en el centro. Manko Qhapaq, que así se llamó, "joven poderoso" transmitió a los hombres su sabiduría y cuando aprendieron le dijo a Pitusilla que debía irse. Tenía que volar al cielo para que se fundara el día, pero que tornaría por ella. Pitusilla se escondió en unos roquedales del Urubamba y lloró tanto que sus lágrimas formaron un nevado, Willka Weq’e, "lágrima sagrada."

Los Inkas, sus hijos, pensaban que la tierra podía volver a quedar en penumbra y en cada solsticio de invierno, llenos de temor, velaban durante una larga noche, esperándole angustiados. Cuando al fin su cabellera iba dorando las cumbres celebraban jubilosos el Inti Raymi, “la Fiesta del Sol.” Había retornado y daría calor y fuerza  a los huesos de los hombres y los animales, y colores a las plantas, a la piel y las plumas del resto de los seres vivientes, para embellecerr a Pachamama en recuerdo de Mama Lloklla.
Tanto quería Manko Qhapaq a Chinchero que su primer hijo se llamó Sinchi Roqa y después se sucedieron una serie de familias o panakas.

En 1572, el virrey Francisco Toledo, ante la creencia de que podía asestar un golpe mortal a las idolatrías en el Cusco, estableció un Corpus Christi grandioso. A su orden 117 imágenes religiosas de los virreinatos y las audiencias de América cruzaron los Andes hasta la ciudad emperadora. Trajeron sus velos amarrados para proteger sus cabellos, sus sombreros cubrían hasta sus orejas, los guardapolvos protegían sus ropas de viaje y en petacas de buen tamaño venían sus trajes esplendorosos, sus coronas y sus joyas.

Toledo no podía saber en su ignorancia occidental que en el antiguo Perú no había dioses. Su movimiento celestial sólo despertó la curiosidad de los habitantes de las villas de paso. El adusto virrey no conocía el gran nexo que tenemos desde milenios con la naturaleza. No hubo el tal repliegue de divinidades. El padre Sol sonrió desde su techo de añiles; la Pachamama, madre tierra, siguió ocupada en madurar sus frutos; Mama Yaku, la madre agua, en calmar su sed; Mama Qaqa en irradiar su energía, Wayra, el viento en llevarles frescura y así el rocío; la lluvia, Para; Mikhuy Chiqchi, el pequeño hermanito que lleva en su corazón de nieve un grano de tierra. Hasta la muerte resultaba una especie de pariente que los llevaba al otro lado del Yawar Mayu a una vida feliz.



Las imágenes peregrinas se fueron pero las órdenes religiosas y los párrocos se encargaron de continuar con el Corpus. Los españoles ricos y los descendientes de las panakas imperiales daban donativos cuantiosos para las vírgenes y los santos. Algunas efigies llegaron de España como la Virgen de Belén y otras pertenecen a la Escuela Cusqueña de Escultura como la Virgen de la Almudena, cuyo modelo fue una ñust’a, la esposa del genial Tuyru Tupa Inka, mientras San Cristóbal pertenece a la mano maestra de Waman Melchor Mayta. Las más ostentosas en andas forradas de plata y las menos en andas talladas de madera.

A Toledo se le hubiera enrojecido la cara de rabia si se hubiera enterado que en las imágenes de su Corpus se produjo el sincretismo. Santa Bárbara doncella es al mismo tiempo es patrona de la papa, Santiago El Mayor del rayo y la tormenta, las vírgenes se connaturalizan con la madre tierra y así sucesivamente son amadas por la gente de la ciudad y del campo que ven en el color de sus mejillas o en el peso de sus andas un anuncio de tiempos buenos o malos.

Al cabo de los siglos se multiplicaron los Corpus en el Cusco, celebrándose en el mes de junio pero en fechas diferentes para dar oportunidad a los devotos de ir a Oropesa y Chinchero donde salen una infinidad de efigies diferentes. Oropesa, donde se festeja en otro mes el raymi del pan, tiene un Corpus muy concurrido. Asisten dieciocho santos y vírgenes. La Virgen Asunta, la Virgen Estrella, La Virgen del Carmen Española, San Isidro Labrador, Santiago Apóstol, San Jerónimo, el Niño de Praga y muchos más.

Lo mismo sucede con Chinchero, más andino, donde los vecinos, principalmente los devotos del Señor de Qoyllur Rit’i, se dan el lujo de auspiciar un desfile con cruz alta, y estandartes a los que asisten los varayoq o alcaldes de las comunidades campesinas y los bailarines que estuvieron en el Nevado de la Estrella, recibiendo la irradiación cósmica de la Qoyllur. Es fuerte la presencia de los ukhukus, pablitos o pabluchas con sus máscaras pasamontaña. Su traje ha variado en las últimas décadas. Antes llevaban pieles de alpaka con penachos también de vellones y zurriagos con empuñadura de plata para cumplir su papel de celadores.

Fiestas del Cusco con repique de campanas, música de pututos y de bandas, y fatigosa marcha de cargadores, donde ahora están presentes las diabladas puneñas porque al salir en 1980 de Santa Catalina  la Virgen de los Remedios ellos le acompañan. 

Alfonsina Barrionuevo


domingo, 8 de junio de 2014

CUENTOS INFANTILES  DE TRADICION ORAL

Cuando abran un cuento a base de la tradición oral escucharán lo que contaron y siguen contando los padres a sus hijos en los Andes del Perú.
Tenemos un patrimonio arqueológico vasto y muy rico y a la par un maravilloso patrimonio inmaterial. Ese patrimonio lo conforman las hermosas historias que vienen de milenios más otros que se fueron incorporando con el tiempo.

El Instituto Cultural Peruano Norteamericano (ICPNA) me permitió presentar los primeros en el 2005. Hoy vuelvo con doce cuentos, una pequeña colección al lado de los cientos de relatos que he ido recogiendo en mis viajes por el Perú.
La primera Colección de Cuentos Peruanos Infantiles a base de la Tradición Oral que he publicado forman parte de tres series: TRAVESURAS DEL NIÑO DIOS EN LA TIERRA DE LOS INKAS, PERSONAJES MÁGICOS DE LOS ANDES Y LA FUERZA DE LAS CULTURAS.

Estoy trabajando con estos hermosos relatos  porque llevan un mensaje de nuestra historia, de nuestro paisaje, de nuestras regiones, de nuestra flora y nuestra fauna, con una identidad que se nutre en nuestras  raíces.

El NIÑO DIOS es un pasajerito celestial de otro mundo pero el único que conoce el secreto para hacerse amar, abrir una puerta e ingresar al mundo mágico del Ande. Qué no hace este santo Niño para lograrlo. Hay imágenes del Niño Dios en muchos pueblos que muestran como lo hizo. En Lima los monjas carmelitas descalzas de la Plaza Italia le encontraron jugando al tejo con los ángeles; en San Martín  ayudó a sus amiguitos a recoger plumas de los papagayos en el bosque; en Cajamarca el Niño Dios zarco,de ojos azules, escapó con los niños de la iglesia antes de que se incendiara; en Cusco el Divino Robapan regalaba las chutas de trigo a los niños pobres; en Ayacucho ayudó a acabar la sequía disparando con una honda al cielo; en Ñawinpuqyu, Junín, amarraba con un anillito de oro el corazón de los solteros; en Chiquián, Wasta, Ancash el Traviesito cambia de sitio en la iglesia escondiéndose de su mayordoma; en Arequipa su divina Madre entrega a su santo bebé antes de un terremoto a un poblador del Colca; en Sapallanga, a un costado del Valle del Mantaro,  los niños ayudan a su santa madre a lavar sus pañales; en Moquegua enseña a los niños a hilar jalando la lana de la cola de las ovejas; en Huancavelica toma parte en la historia, salvando a Andres Avelino Cçaceres de la persecución del ejército chileno de Lynch así en muchos lugares más.

LOS PERSONAJES MAGICOS DE LOS ANDES siguen en comunidadees  nativas y pueblos como antes. En Santiago de Tuna, Lima, yendo por la Carretera Centra, el Uchuchullko invita a los niños el día del Espíritu Santo a la herranza de los animalitos silvestres. Las crías de venados, viskachas, perdices,  palomas y otras aves reciben bellas coronas de flores; en los atardeceres el Muki sale de las minas para jugar con los niños, en su casco lleva dos cuernitos con los que muestra las vetas de oro, plata y cobre; los hombrecitos de los plátanos los hacen madurar en la propia planta y los pintan de verde o amarillo; el Saqaqo, especie de sapo con cara de varón feo aparece para avisar que habrá sequía; K’uichi, el arcoiris, encierra a la luna en sus anillos y también al sol -cuando atrapa a la luna habrá sequía, cuando captura al sol la lluvia mojará al pastor-; Illapa, el Trueno se baña en los manantiales  y así se sabe hasta ahora que bajarán los aguaceros; hay un Viento Mayor, Hatun Wayra, que sale de su cueva en agosto y hace volar los techos de las casas y hasta arranca los árboles de raíz; los varones tienen que evitar encontrarse con el viento mujer que no los quiere y llena su rostro de granos; cuando se va por las playas de los ríos hay que tener cuidado de pisar las ollitas de arena de los mankap’akis porque pueden encantarlos; la sirenita de la Saraja protege a los lobos marinos, a las tortugas y a las nutrias; el picaflor compitió con el cóndor quien llegaba primero a bañarse en los cabellos de oro del sol y le ganó; Paraka, la madre de los vientos, arena la península de Parakas mientras esperaba que volviera su hija del fondo del mar; la Jarjaria, llama de dos cabezas,  todavía aparece en el atrio de las iglesias de pueblo en tierra pesada porque es tierra de muerto; la K’ekey o cabeza voladora se desprende de su cuerpo para recoger hierba santa en los cementerios; el el Ichiq Ollqo habita en los aguas termales haciendo burbujas para atraer la atención de los niños; en la amazonía las orquídeas se convirtieron en mujeres para poblar sus esteros y así otros más gravitan de la Costa a los Andes y de los Andes a la Omagua o selva.

LA FUERZA DE LAS CULTURAS O LOS CREADORES DE LAS CULTURAS forman una tercera serie al advertir que los jóvenes de la últimas décadas conocen muy poco de las culturas que están elevando el valor de las provincias del interior del Perú para el turismo con sus magníficos vestigios y le están dando un alto lugar al Perú con la domesticación de más de cuatrocientas especies alimenticias hace miles de años.
Los niños de hoy que serán los ciudadanos del futuro no deben perder la perspectiva del desarrollo de las culturas que son su patrimonio al lado de otras del mundo.
Muchas historias recogidas para estos cuentos han sido captadas en español, qechwa, aimara, chopka, chanka, wanka y kulle, para nombrar algunos de nuestros idiomas.
Todos merecen ser conservados y celebro que estén reapareciendo porque ellos nos dan datos sobre historia, tradición, costumbres, gastronomía, música, danza, arquitectura, diseño de interiores, medicina naturista y otras disciplinas o ciencias.
Al morir nadie se lleva ningún bien material. A mí me causaría un profundo pesar llevarme cuanto he aprendido y sigo aprendiendo. En materia de los cuentos cuánto quisiera tener el apoyo de instituciones o empresas para escribir los guiones y tener un plantel de dibujantes para trabajar las numerosas historias que tengo recopiladas. esas preciosas historias nuestras que son verdaderas joyas. Tengo mucho cuidado en reproducir en cada cuento el paisaje, el ambiente y los trajes tradicionales de data prehispánica, virreinal y de las últimas décadas.
Gracias a mi hija Kukuli que me acompaña con sus preciosos dibujos desde los primeros cuentos y a Ricardo Pachas que está trabajando actualmente conmigo, a Jesús Bellido, mi impresor, a mis traductores de los últimos ejemplares Marcia Koth de Paredes y Douglas Herren, y a las empresas que me han ayudado a publicar algunos.

Alfonsina Barrionuevo


domingo, 1 de junio de 2014

El dìa 9 de junio en el ICPNA de Miraflores, los espero para presentarles a estas nuevas creaciones, inspiradas en mitos y leyendas del Perù!!


También estarán las hermosas esculturas en madera de John y Martha Barrow, Woodflair, con los Personajes Mágicos de los Andes. Los que aparecen en las imágenes son el Divino Robapan del cuento y su interpretación en madera.
LAS NACIONES DEL PERU

Somos afortunados. Estamos asistiendo al resurgimiento de naciones en el Perú. Antes fueron notorias la qechwa y la aimara. El desconocimiento de la importancia de sus idiomas en Lima está dando lugar a la reaparición de otras. Para los peruanos es un motio de regocijo. Esto indica una multidiversidad de cultura sin olvidar que somos un país. Están los wankas, que  han dejado sentir  su presencia  desde hace décadas, hace poco los chopka de huancavelica y ahora  tenemos la red chanka de Apurímac y se acerca la kulle.
Saludemos nuestros idiomas.
¿No se decía que Inkari iba a reunir sus partes cercenadas?
Sentimos que se está levantando.



 LA BANDERA INKA SERIA AJEDREZADA
                                  
La bandera del Tawantinsuyu habría sido creada cuando se estableció la  unión de los cuatro suyus. Es incuestionable que los Inkas tuvieron una bandera. El término de unancha no se usó sólo para sus “estandartes” sino también para sus “banderas”. El nombre era propio de la insignia usada cuando los señores cusqueños  salían con sus ejércitos para visitar las naciones que habían pacificado.

En las notas de algunos cronistas de siglo XVI se encuentra datos esclarecedores sobre la existencia de la bandera inka. El primero en mencionarla es un soldado cronista que acompañó a Pizarro, en su campaña. La vio en los días precedentes a la toma de Cajamarca y alude a ella en la descripción del ejército del príncipe Atawallpa.
El cronista describe hasta el traje "colchado de algodón" y las rodelas de los honderos. Tras de ellos iban otros guerreros con porras, hachas y lanzas pequeñas como dardos y largas de cobre y también de oro y plata. "Todos vienen repartidos, dice, en sus escuadras con sus banderas y capitanes que los mandan, con tanto concierto como turcos".

Pedro Cieza de León que llegó, cuando terminaba la primera mitad del siglo, recoge una información importante que publica en "La Crónica del Perú". Indica que "los señores cuando van a la guerra llevan muy ricas piezas de oro y, en sus cabezas grandes coronas, y en las muñecas gruesos brazales, todo de oro y llevan delante de sí grandes banderas muy preciadas." "La bandera, agrega, era una manta larga y angosta puesta en una vara, llena de unas piezas de oro pequeñas, a manera de estrellas, y otras con talle redondo."
Martín de Murúa hace la siguiente alusión: "cuando había de ser pública la guerra,  primero lo hacían saber a los capitanes, los cuales tenían a su cargo mucha gente: cada uno de estos tenía por insignia delante de sus campos en la guerra una banderilla con sus armas, por donde se conocia a cada capitán; y cuando salían a batalla llevaban banderas de diferentes colores para que se les conociesen."
Guaman Poma, años más tarde, dibuja hasta dos banderas pero de una manera simple y en un plano discreto. Lo hace cuando se refiere a Manko II que recibió su elección a edad muy temprana. Lo rodean varios personajes y a un lado y otro del grupo se ve a trastienda el boceto de ellas. El acucioso escritor que fungía también de excelente ilustrador no resaltó el emblema.

En el futuro espero ampliar este comentario sobre la verdadera bandera de los cuatro suyus. Hay otros cronistas a quienes recurrir y también necesario hacer un viaje a Puno y Cusco. Ni Jérez, Cieza de León , Zárate,  Calancha y el Inka Garcilaso, que reconocen la policromía de las ropas inkas no precisan más detalles sobre las banderas.

Queda válida para nosotros la tradición oral de Rurarqaya, el conjunto de sikuris de Azángaro, y principalmente Bolivia donde se le llama wiphala o wifala,  donde queda, como un símbolo del pasado, tal como debió ser la unancha con los colores fragmentados del arcoiris. Muy distante de la que tiene rayas horizontales que se diseñó para las fiestas jubilares del Qosqo al finalizar la primera mitad del siglo pasado.usada actualmente y que han estado usando las comunidades gay sin que haya sido creada por ellos debido a que es reciente en términos del tiempo.

En la fotografía se puede ver un arcángel de la Escuela Cusqueña de Pintura, de siglos XVII o XVIII donde aparece con la bandera ajedrezada y que es muy significativa. En qué circunstancia se pintó y quién lo hizo queda en el anonimato pero allí está como un precedente. Ya podemos cambiarla y devolverle su señorío y prestancia.
Las investigaciones están en camino. Hay mucho que mencionar. El Inka usó muchos unkus ajedrezados. Hay tapices de transición donde aparece con la qoya, la puerta de doble jamba y un guerrero que sostiene la bandera ajedrezada.


Alfonsina Barrionuevo