CUENTOS INFANTILES DE TRADICION ORAL
Cuando abran un cuento a base de la tradición
oral escucharán lo que contaron y siguen contando los padres a sus hijos en los
Andes del Perú.
Tenemos un patrimonio arqueológico
vasto y muy rico y a la par un maravilloso patrimonio inmaterial. Ese
patrimonio lo conforman las hermosas historias que vienen de milenios más otros
que se fueron incorporando con el tiempo.
El Instituto Cultural Peruano
Norteamericano (ICPNA) me permitió presentar los primeros en el 2005. Hoy
vuelvo con doce cuentos, una pequeña colección al lado de los cientos de
relatos que he ido recogiendo en mis viajes por el Perú.
La primera Colección de Cuentos
Peruanos Infantiles a base de la Tradición Oral que he publicado forman parte
de tres series: TRAVESURAS DEL NIÑO DIOS EN LA TIERRA DE LOS INKAS, PERSONAJES MÁGICOS DE LOS ANDES Y LA FUERZA DE LAS CULTURAS.
Estoy trabajando con estos
hermosos relatos porque llevan un mensaje
de nuestra historia, de nuestro paisaje, de nuestras regiones, de nuestra flora
y nuestra fauna, con una identidad que se nutre en nuestras raíces.
El
NIÑO DIOS es un
pasajerito celestial de otro mundo pero el único que conoce el secreto para
hacerse amar, abrir una puerta e ingresar al mundo mágico del Ande. Qué no hace
este santo Niño para lograrlo. Hay imágenes del Niño Dios en muchos pueblos que
muestran como lo hizo. En Lima los monjas carmelitas descalzas de la Plaza
Italia le encontraron jugando al tejo con los ángeles; en San Martín ayudó a sus amiguitos a recoger plumas de los
papagayos en el bosque; en Cajamarca el Niño Dios zarco,de ojos azules, escapó con
los niños de la iglesia antes de que se incendiara; en Cusco el Divino Robapan
regalaba las chutas de trigo a los niños pobres; en Ayacucho ayudó a acabar la
sequía disparando con una honda al cielo; en Ñawinpuqyu, Junín, amarraba con un
anillito de oro el corazón de los solteros; en Chiquián, Wasta, Ancash el Traviesito
cambia de sitio en la iglesia escondiéndose de su mayordoma; en Arequipa su
divina Madre entrega a su santo bebé antes de un terremoto a un poblador del
Colca; en Sapallanga, a un costado del Valle del Mantaro, los niños ayudan a su santa madre a lavar sus
pañales; en Moquegua enseña a los niños a hilar jalando la lana de la cola de
las ovejas; en Huancavelica toma parte en la historia, salvando a Andres
Avelino Cçaceres de la persecución del ejército chileno de Lynch así en muchos
lugares más.
LOS
PERSONAJES MAGICOS DE LOS ANDES
siguen en comunidadees nativas y pueblos
como antes. En Santiago de Tuna, Lima, yendo por la Carretera Centra, el
Uchuchullko invita a los niños el día del Espíritu Santo a la herranza de los
animalitos silvestres. Las crías de venados, viskachas, perdices, palomas y otras aves reciben bellas coronas de
flores; en los atardeceres el Muki sale de las minas para jugar con los niños,
en su casco lleva dos cuernitos con los que muestra las vetas de oro, plata y
cobre; los hombrecitos de los plátanos los hacen madurar en la propia planta y
los pintan de verde o amarillo; el Saqaqo, especie de sapo con cara de varón
feo aparece para avisar que habrá sequía; K’uichi, el arcoiris, encierra a la
luna en sus anillos y también al sol -cuando atrapa a la luna habrá sequía,
cuando captura al sol la lluvia mojará al pastor-; Illapa, el Trueno se baña en
los manantiales y así se sabe hasta
ahora que bajarán los aguaceros; hay un Viento Mayor, Hatun Wayra, que sale de
su cueva en agosto y hace volar los techos de las casas y hasta arranca los
árboles de raíz; los varones tienen que evitar encontrarse con el viento mujer
que no los quiere y llena su rostro de granos; cuando se va por las playas de
los ríos hay que tener cuidado de pisar las ollitas de arena de los mankap’akis
porque pueden encantarlos; la sirenita de la Saraja protege a los lobos
marinos, a las tortugas y a las nutrias; el picaflor compitió con el cóndor
quien llegaba primero a bañarse en los cabellos de oro del sol y le ganó;
Paraka, la madre de los vientos, arena la península de Parakas mientras
esperaba que volviera su hija del fondo del mar; la Jarjaria, llama de dos
cabezas, todavía aparece en el atrio de
las iglesias de pueblo en tierra pesada porque es tierra de muerto; la K’ekey o
cabeza voladora se desprende de su cuerpo para recoger hierba santa en los
cementerios; el el Ichiq Ollqo habita en los aguas termales haciendo burbujas
para atraer la atención de los niños; en la amazonía las orquídeas se
convirtieron en mujeres para poblar sus esteros y así otros más gravitan de la Costa
a los Andes y de los Andes a la Omagua o selva.
LA
FUERZA DE LAS CULTURAS O LOS CREADORES DE LAS CULTURAS forman una tercera serie al advertir
que los jóvenes de la últimas décadas conocen muy poco de las culturas que
están elevando el valor de las provincias del interior del Perú para el turismo
con sus magníficos vestigios y le están dando un alto lugar al Perú con la
domesticación de más de cuatrocientas especies alimenticias hace miles de años.
Los niños de hoy que serán los
ciudadanos del futuro no deben perder la perspectiva del desarrollo de las
culturas que son su patrimonio al lado de otras del mundo.
Muchas historias recogidas para estos
cuentos han sido captadas en español, qechwa, aimara, chopka, chanka, wanka y
kulle, para nombrar algunos de nuestros idiomas.
Todos merecen ser conservados y
celebro que estén reapareciendo porque ellos nos dan datos sobre historia,
tradición, costumbres, gastronomía, música, danza, arquitectura, diseño de
interiores, medicina naturista y otras disciplinas o ciencias.
Al morir nadie se lleva ningún bien
material. A mí me causaría un profundo pesar llevarme cuanto he aprendido y
sigo aprendiendo. En materia de los cuentos cuánto quisiera tener el apoyo de
instituciones o empresas para escribir los guiones y tener un plantel de dibujantes
para trabajar las numerosas historias que tengo recopiladas. esas preciosas
historias nuestras que son verdaderas joyas. Tengo mucho cuidado en reproducir
en cada cuento el paisaje, el ambiente y los trajes tradicionales de data prehispánica,
virreinal y de las últimas décadas.
Gracias a mi hija Kukuli que me
acompaña con sus preciosos dibujos desde los primeros cuentos y a Ricardo Pachas
que está trabajando actualmente conmigo, a Jesús Bellido, mi impresor, a mis
traductores de los últimos ejemplares Marcia Koth de Paredes y Douglas Herren,
y a las empresas que me han ayudado a publicar algunos.
Alfonsina Barrionuevo
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