domingo, 21 de septiembre de 2014

SALQANTAY: REY DE REYES

La entrada del  Salqantay, rey de reyes de Qosqo, fue espectacular. Hizo temblar el aire Cerré los ojos porque parecía que iba a levantar la casa. No escuché sus pasos. Me sorprendió cuando me saludó cariñosamente con voz muy alta. Se colocó arriba, en un espacio propio, con una majestad que se imponía.

-Estoy muy complacido hija, con lo que has escrito sobre mí en “Cusco Mágico” –dijo en español y siguió en qechwa sin parar. El torrente verbal que venía del lugar donde se había colocado era música para mis oídos. No pude captarle del todo pero me hizo una relación de lo que puse en mi libro. El respeto que le tenían los pueblos del Ande, las historias mágicas que había recopilado y cuanto me faltaba hacer. Al terminar me preguntó de una manera que me pareció insólita

-¿Quieres que haga algo por tí?
-Sí, -le respondí,  y con una audacia que a mí misma me pareció increíble le pedí un imposible.
-Quiero que pongas tus manos sobre mi rostro.
Lo hice porque es un Apu que puede otorgar la juventud eterna. Tiene ese poder, pero estaba cometiendo una gran temeridad al pedírselo apenas acababa de conocerle. Un atrevimiento que dejó mudos a todos los que estaban conmigo. Podría haberme castigado como hizo con el guerrero que fue a buscar sus aguas taumaturgas para dárselas a su amada. Ni siquiera lo dejó que se acercara y lo  convirtió en un pobre leqecho, una ave de canto lastimero. Me demostró su cariño al responder con suavidad después de un largo silencio que me estremeció y bajó el ritmo de mis latidos porque estaba ante una fuerza poderosa.
-Lo que voy hacer hija es pasar mis manos sobre tu cabeza, -me ofreció con suma simpatía.
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Resúmenes del libro “Hablando con los Apus”.



UNA MADRE PAPA MULTIDIVERSA
          
Perú, país de auroras que se bañan en oro solar; de cerros protectores con tesoros en sus entrañas, de valles donde extiende sus polleras bordadas la madre tierra, de lagunas turquesa adormiladas en las mil manos de los Andes, de regiones exultantes de vida y de muerte. País de paradojas donde la Pachamama asiste con pena a la desaparición de variedades de la papa nativa que regaló a sus habitantes.
Mientras el mundo se globaliza la soledad engulle como un animal monstruoso plantas alimenticias, medicinales y decorativas, acabando su ciclo. Entre ellas la papa. Un regreso inexorable al Ukhupacha. la tierra de las sombras que dejó para llevar alegría al mundo.

“El fenómeno avanza lentamente pero se deja notar, se siente”, observó en una oportunidad Celfia Obregón Ramírez, ingeniera agrónoma. que volvió a nacer después del cataclismo que sacudió el Callejón de Huaylas, Huaraz y otras ciudades, en 1970. Ella tenía diez años y se salvó de morir cuando, en seguida un pico de glaciar se desprendió del Huascarán y arrasó su tierra, Yungay. Ella providencialmente estaba en una parte alta, donde colocó su carpa un circo.
En Lima estudió en la Universidad de la Molina y posteriormente, en un trabajo conjunto con el Ministerio de Agricultura, el CIP  y el INIA, recorrió casi todas las regiones paperas que son diecinueve, subiendo hasta  4,000 y 5,000 metros de altura, en  la sierra de Piura, Huánuco, Pasco, Ancash, Lima,  Junín, Ayacucho, Huancavelica, Cusco, Puno y otras. Su propósito fue ayudar a registrar las papas nativas, algo así como darles una partida de nacimiento, para que sean reconocidas.   

Tenemos alrededor de 3,600 variedades de papa. Unas 160 comerciales y el resto nativas, de auto consumo, de todas las formas, flores y colores que no van a los mercados. Los jóvenes de las comunidades y los pueblos tienden a emigrar a las ciudades en busca de oportunidades. Quedan los padres y a veces los abuelos. No son suficientes para seguir sembrando y cosechando sus papas tradicionales. Su área se recorta a la par que las familias hasta que un día sólo quedará el viento llorando sobre los surcos resecos.

“El poco aprecio que se tiene por la papa se traduce en su manejo. Su comercialización es desordenada. Las bolsas para recoger basura en Lima son mejores que los sacos en que la llevan a los mercados mezclada con tierra, rebajando su valor”, señala. “Tampoco hay una buena selección de semillas. No se advierte más, para mí, la papa está en emergencia.
Antes de hablar con Celfia no podía imaginar en cuanto puede sorprender esa maravilla que nos obsequia la naturaleza. La papa añil, por ejemplo, que por  ser muy oscura parece una yanapapa, “papa negra” más real que la buscada orquídea negra.

Valery Barbier, una francesa experta en merketing y comunicaciones que vino a hacer una pasantía, se fijó en la cantidad de antioxidantes que contiene y logró otener una crema cosmética para proteger el rostro del tiempo. Al final de conversar con laboratorios locales ha puso en orbita la MishkiPerú, producida por Yana Cosmetics S.A.C.
La papa añil es de Huánuco y las mujeres de cierta comunidad  la usan en rodajas para proteger sus sienes y los costados de los ojos para conservar una piel bella, lozana, tersa, gracias a ella. Celfia que camina por la puna hace catorce años observó esta costumbre y comenzó el estudio de la papa añil. “Los laboratorios quisieran una tonelada para trabajar con ella pero a lo más  se cosecha unos 450 kilos, explica. Su sabor es excelente pero a las mujeres del lugar les gusta utilizarla para protegerse de los efectos del sol, el viento, el frío. No puedo saber cuándo descubrieron su frescura pero la usan desde las tatarabuelas y aquellas seguramente de las suyas.”

Le pregunto si no sería oportuno extender su cultivo y ella contesta que no funciona. “Hemos tratado y saliendo de su área pierde el color y varían sus componentes. Es que las papas se parecen a las personas. Tienen su hogar donde se sienten a gusto, su familia, su nombre y apellido, su identidad, su lugar de nacimiento, de origen. Las papas nativas tienen sus pisos y no les gusta que las trasladen. Sus flores son moradas pero en otro nivel pueden ponerse violetas y hasta blanquecinas. Ya no son ellas. Es una defensa natural de nuestras papas nativas. Los gobiernos deben preocuparse por lo que tenemos, reclama la ingeniera. Al Sur  la isla de Pascua sólo tenía un tipo de papa. Ahora Chile tiene 360 variedades. Sus características, por supuesto, serán diferentes. Hay que preguntar cómo han salido. Pasó la época en que fueron un regalo y salvaron al mundo del hambre.”

Por más que en otros países se afanan por mejorar las papas que cultivan sólo sacan papas blancas, buenas para freir. Debemos aprovechar para exportar productos alimentarios, agrega Celfia Obregón. Tenemos papas muy ricas para puré, causa, sopas y hasta para postres, palitos de papa, suspiro limeño y otros.”
Entre las papas nativas hay muy exóticas como la papa piña con formas muy caprichosas. ADERS, la asociación a la que pertenece, está siempre en contacto con el Centro Internacional de la Papa CIP) y el Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (INIA).
  
Alfonsina Barrionuevo

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