domingo, 16 de febrero de 2014

ALBERTO BENAVIDES DE LA QUINTANA
“… los Andes son de plata, pero el león,  de oro…”


El poeta José Santos Chocano se equivocó en su poema “Blasón”. Los Andes  son de oro, de plata y de cobre, la gran trilogía mineral que absorbemos los peruanos por nuestras raíces. Eso lo sabía Alberto Benavides de la Quintana quien ha vuelto a la gloria de los caminos reencontrando sus pasos después de una larga vida.
Su hijo Alberto, señor de Samaca, Ica, me encaminó a él cuando estaba por sacar un cuento infantil sobre “El Muki”. Su padre conocía mucho a este espíritu travieso de las minas.

Le conocí personalmente el año 2012 cuando trataba de poner en letras de molde mi libro sobre las wakas de Machupiqchu. Trasladé a su computadora las imágenes del sol.la luna, las estrellas, el viento, el arco iris, el agua, la piedra y hablamos, entre otros temas, de la ciudad de Pasco, donde fue teniente alcalde muy joven y hasta burgomaestre si el titular salía de viaje, y así mismo de Huancavelica, ciudad por la que tenía  preferencia,  y donde compartió una parte de su vida con los orgullosos chopkas, mencionando su deseo de ayudarles siempre.
Creo que en mis correos se puede percibir su inmensa calidad humana, su sencillez y su grandeza,  filtrada en el tamiz de los Andes. Los suyos, muy pocos, los reservo ahora que ha vuelto a desandar senderos.
   

06/05/12  

De: Alfonsina Barrionuevo [mailto:miskha@terra.com.pe]
Enviado el: domingo,06 de mayo de 2012  09:27 p.m.
Para: presiden@buenaventura.com.pe
Asunto: MACHUPIQCHU
                                                                      
   
Le escribo animada por lo que me ha dicho el ingeniero Petersen. Por su parte un espíritu generoso y por  la mía mi amor por el Perú. Vivo en Santa Beatriz con una computadora que voy llenando de sueños.  
Ayer,  cuentos infantiles, entre los cuales está "El Muki" que Ud. recuerda por las ilustraciones de mi hija Kukuli. Hoy, con un aporte de investigación histórica y  vivencial con la tradición oral para darle su real sentido a Machu Piqchu, un santuario de santuarios.  
Acabo de terminar el libro con investigaciones que datan del siglo XVI a la fecha. No será voluminoso pero sí es algo nuevo sobre nuestros antepasados.   
El libro y una exposición de fotografías exclusivas se presentará en el Cusco y estoy luchando con los trámites para hacerlo en Lima en el Museo de la Nación. Si no lo consigo lo haré en el  Parque de Miraflores.     
No tengo nada más que mi deseo de dar a un ícono grandioso mi trabajo y lo hago fascinada por lo que he encontrado.     La impresión del libro con fotografías y nuevos planos es el primer paso. Si Ud. me apoya puedo seguir llamando a otras puertas. Estoy segura que se irán abriendo después de la suya. Ud. es un pionero.
Gracias por leer este correo.


 15/10/12                                                                  

Ing. Alberto Benavides de la Quintana:

Hay algo de bueno en esta tarde. El día estuvo crudo, gris, hasta ahora, las tres, en que un rayo de sol se está columpiando en mi ventana. Me gusta que llegue y que sea discreto. Muchas veces, al caminar por los cerros  sentí que multiplicaba mi fatiga. Para subir a Huch'uy Qosqo, en el Valle del Willkamayu, fueron unas ocho horas de ascenso entre espinos con él a cuestas. 
Los Apus me acompañaron brevemente una noche antes. Estaba con los ojos cerrados y la habitación se iluminó con sus oros. No se ve nada con detalle. Son sólo luz. Estuvieron conmigo después de mucho tiempo Panpawayllo, Potosí-Bolivia y Sokllaqasa. Antes de volver a Lima conocí a Waswa de Apurímac, Qora Qora de Ayacucho y la mamita de Andahuaylillas en la mesa de Mario Holgado. Me auguraron suerte. 
El miércoles voy a dejarle el libro. Lleva en la carátula un Machupiqchu en magenta porque no se trata de un Machupiqchu clásico sino de aquel que Pachakuti Inka Yupanki comenzó a construir desde Qosqo con una proyección de sus principales sitios, templos o wakas.
 Le he rogado tanto al Señor por este libro que me ha ayudado a su manera. Ha hecho que lo contactara. Gracias por su presencia señorial.   
        

25/11/12

Ing. Alberto Benavides de la Quintana:

Presenté “Templos Sagrados de Machupiqchu” en Cusco. Fue de noche y nunca me sentí bien con la oscuridad. Menos ahora en que las luces son muy pequeñas y la penumbra domina. Para mí ha sido un privilegio aunque han disminuido mis afectos. Ya no tengo familia aunque mis recuerdos están vivos y el Señor de los Temblores, el querido Taitacha, sigue igual y estará así por cientos de años.
En Lima no me puedo quejar. La presentación tuvo un sello de dignidad, prestancia y consideración. Rodrigo Montoya, antropólogo, habló hermosamente analizando aspectos importantes. Un verdadero maestro. Waldemar Espinoza, historiador, profesor como el otro de la Universidad de San Marcos, fue más sobrio, pero también encantador. Luis Peirano, el Ministro, dijo que no sabía qué le estaba pidiendo, qué quería hacer,  pero que decidió apoyarme y el resultado lo había complacido. Me admiró cuando agregó que diría una oración a las wakas de siglo XVI, con un agregado excelente que le puso el dramaturgo Juan Ríos para una obra de teatro basada en la obra “Dioses y Hombres de Huarochirí” de Francisco de Avila. Fue estupendo No hubo brindis y como no podía estar el acto tan seco Peruska Chambi, la destacada fotógrafa cusqueña, hizo servir unas copas de vino, y dejó sentir una aura de hermandad. A mí no me alcanzaba mi presupuesto para una recepción.
He vuelto a mi Cusco invitada por el XXI Congreso Internacional de Medicina Oncológica. Asistieron oncólogos de Tailandia, Brasil, Estados Unidos, la India, España, Portugal, y Perú. Estuvieron felices de mi explicación acerca de Cusco y Machupiqchu. Una parte se iba a visitar al santuario así que buscaron el libro para reconocer los sitios.
Le escribo porque la “primera piedra” de este lanzamiento la puso Ud. gentilmente. Otras personas a las cuales conozco mucho no lo  han ameritado. Cada día es un reto para mí, mi salud es mi talón de Aquiles.
Gracias mil, Machupiqchu no es una plantita, mentiría si le digo que la he regado con mis lágrimas. Su historia, que estoy descubriendo, es como un joven árbol al que Ud. y Tintaya le han dado sostén para que no se doble. Quizá pueda encontrar más sitios sagrados. Lo que hice para publicarlo en un tope de un año fue una maratón que me ha dejado agotada.
Gracias a Ud. y a otras excelentes personas, que me han brindado su ayuda me siento reconfortada. La vida es dura pero puede ser amable.
             

31/03/13 

Estimado ingeniero Alberto Benavides:

En una solapa del libro “Huancavelica” he leído sus palabras de presentación. También abordé como Ud. el “tren macho” para pasar de Huancayo a esa bella ciudad.  Pienso que ha recorrido mucho los caminos del Ande. Ha sido inclusive alcalde de Cerro de Pasco. Imagino que debería haber escrito sus memorias o, a lo mejor, ya lo hizo. Es importante que lo sigan en sus andares en el amanecer del siglo XXI y a lo largo de su transcurrir.   Ha pasado un largo tiempo de mi viaje a la tierra wankawillka y cómo será en su caso. No sé cómo encontró a la “capital del mercurio”. Seguramente como una villa muy soledosa, sin ruidos pero siempre poseedora de una enorme energía.
Yo la sentí abrumándome. Me parecía que los cerros iban apretar el hotel haciendo saltar los vidrios de sus ventanas. Entendí muy tarde que deseaban comunicarse conmigo. 
Estuve, igualmente, en su Semana Santa. No me explico por qué en las gradas de una de sus iglesias aparecen en el quiebre unas garras. Tal vez de puma.  Su Semana Santa me pareció pobre en comparación a otras, en contraste del interior de sus iglesias principales, tan ricas. Escribí algo sobre la ciudad en la revista “Caretas”. Ahora me he enterado del orgullo choqka entrevistando a sus bailarines de tijeras de poblados lejanos. También de las mágicas variedades de papas que hay allí con hermosos nombres y de las orquídeas que crecen aún más adentro, en un abrazo con la Amazonía. No llegué a entrar en sus minas, pero me asombra la cantidad de galerías que aparecen en el interior de la carátula y contracarátula. ¿Cómo vivió la gente así y como murieron también cuando les tocaba cerrar los ojos sin volver a capturar su cielo azul en las retinas? José Gabriel Tupaq Amaru transportó el mercurio, en el lomo de sus mulas. Debió haberle impactado la situación de los mineros. Todo concurrió, seguramente, para que se alzara en el gran grito revolucionario.
He estado en Cerro de Pasco varias veces. No me gustó el excesivo frío. Recuerdo siempre al pastor Warikapcha quien, según dicen, prendió fuego para abrigarse en una cueva y descubrió al día siguiente hilachas de plata, entre las ramas que quemó o tal vez  estiércol seco, bosta. Antes se elegía para alcalde, en las ciudades, a personajes de nota, sin remuneraciones. Ser alcalde era un honor. Cómo fue Ud. alcalde a tal altura. Sobre todo sin ser un vecino de muchos años. Debió agradarles a las gentes del lugar su gran ánimo para trabajar y su entusiasmo.
Le escribo este correo porque leí el libro de Huancavelica que me regaló y bien vale la pena haberlo publicado. Si está en los colegios y en las escuelas les hará mucho bien a los estudiantes.
Gracias por leer estas líneas. Estoy en una noche de lechuzas, como si escribiera en su propio alero, sin sueño.
Que tenga Ud. buenos días.
             
            
16/08/23 

Estimado ingeniero Alberto Benavides, buenas noches:            

Tendría que estar acostumbrada al invierno  pero este frío que tenemos entumece. A 3,800 metros de altura me siento en mi elemento mas no puedo estar a gusto en la pecera que es Lima con ciento por ciento de humedad.
No avanzo mucho  Tengo  una buena cantidad  de crónicas que atraen mi atención. Para mí es un lujo investigar, sin embargo es un placer.
Hoy mismo un historiador me habló de Pedro de Candia y como estaba investigando la quinua no lo recordaba. Me comentó que el griego no hablaba bien el castellano y no podía saber de quién se trataba. Hasta que se prendió una luz  y recordé al artillero de Pizarro en Cajamarca. El extremeño y su gente jamás hubieran imaginado que los Andes eran de oro. 
Candia era el que disparó un cañón desde el cerro Santa Apolonia o tal vez  cerca de la plaza.  Lo importante es que escribió una relación sobre los Inkas y yo la leeré.
Le cuento esto porque Ud. ha recorrido los Andes y sabe cómo son y las epopeyas que tuvieron  lugar en ellos. Ud. fue a caballo, a pie, en oroya y cuanto medio era posible además de los achacosos carros que circulaban por increíbles trochas saltando en los camellones. Ahora la gente viaja más en avión, que es como ir en las alas de un  gorrión, y si bien se acorta el tiempo se pierde vivir valiosas experiencias.
¿Cómo está ingeniero Benavides?  A mediados del siglo pasado vimos a Estados Unidos y a la Unión Soviética como  países de gran envergadura económica, fuertes. Mucha gente pensó en este siglo en China y hasta comenzó a aprender mandarín. Sólo que el gigante tiene pies de barro, una gran población que necesita alimentos.
También estamos en una época de nuevas y aceleradas tecnologías. Mucho que ver desde las cumbres.

Que tenga una buena noche.
Mañana, todos los días siempre son mañana.


05/11/13
Para:presiden@buenaventura.com.pe
Asunto: LOS MAESTROS CHAVIN

Buenas tardes, ingeniero Alberto Benavides de la Quintana

Para Ud. que lleva en las pupilas el miraje de los Andes y sus gentes y, tatuados en los huesos, los vientos gélidos la cordillera el invierno de Lima debe parecer pequeño. Lo que fastidia es la grisiedad del cielo y la humedad que repta por los poros como una babosa. Ahora que tenemos velos de sol agitándose en el aire me consuela saber que en el Cusco está lloviendo, aunque quisiera ir para el Santurantikuy, la feria de Navidad, a ver si descubro algún nuevo artista.
Sigo investigando Machupiqchu pero estoy pensando en Chavin, así sin acento, porque pareciera venir de chaupi, “en la mitad del Perú”.  Los arqueólogos que trabajan en sus templos han encontrado nuevas cabezas clavas, pero no saben de qué se trata. Creo que debo escribir algo sobre Chavin desde el punto de vista de la cosmovisión andina.  Puedo escribir sobre las cabezas clavas, los monolitos, las estelas y la cornisa de rapaces del gran templo. No será nada de muchas páginas pero sí impactante. Hay momentos en que me entusiasma algún nuevo proyecto. Puedo enviarle un perfil sobre “Los Maestros Chavin”.
Gracias por leer esta carta. Una magnífica oportunidad para saludarle y desear que sea siempre el gran capitán de las minas.


01/12/ 13
Asunto: UN NUEVO AÑO QUE VIENE

Estimado Ingeniero Alberto Benavides de la Quintana:

¿Cómo está? Han pasado meses  desde que lo vi con mi libro. Voy por unos días a Cusco, con algún pesar. El casco histórico no ha cambiado pero ya no tengo familiares ni amigas del colegio. Mi ciudad ha ido cambiando mucho. Sus apus tutelares están siendo desalojados por nuevas urbanizaciones que están llenando sus cerros. Ya no es el Cusco que tanto recuerdo. La plaza abierta, soledosa, colmada de sol o envuelta en cendales de lluvia. Las arquerías que reflejaban sus sombras a mi paso. La Catedral y La Compañía como dos matronas que sujetaban las madrugadas en sus cofias de bronce. El k’iqllu o pasadizo como un grito roto entre los portales de la Universidad y la Casa del Maestro. Una población flotante llena sus espacios abiertos. Tengo que levantarme a las cinco de la mañana para buscar mis recuerdos en sus esquinas. La ciudad ha acelerado su pulso como todas. Cuando era niña aún cruzaban las calles pequeños grupos de llamas. Cierro los ojos y las veo delante de la computadora.
También Lima ha perdido su encanto. Mi padre me decía que la vio cuando llegaba sólo hasta la Plaza San Martín. Yo vi todavía la avenida Arequipa hermosa, poco transitada, muy elegante. Nunca más se parecerá la vía que han tomado al asalto academias, edificios y  “combis”.
 Aprovecho la noche para escribirle. Tengo un molle  en mi jardín de Santa Beatriz, donde hacían sus nidos una que otra pareja de pájaros trashumantes.
Viene a nuestro encuentro un nuevo año. Algo bueno habrá. El Perú está cambiando. Siempre habrá gentes extraordinarias.
La esperanza no deja de crecer en todos sus niveles. Nunca será una rara flor si queremos que exista. Por algo la tenemos  sembrada muy adentro, en canteras ocultas del corazón. Tenemos que seguir adelante, sin desmayar  como hace Ud.
Reciba, casi al borde del 2014, un respetuoso saludo.


 Alfonsina Barrionuevo
   Escritora, Productora de TV, Abogada
Consultoría de Temas Culturales Peruanos
               Teléfono 471 5789


2 comentarios:

  1. Que cálidas palabras aun en el invierno andino, sobre el recuerdo póstumo in memorian al Ingeniero Alberto Benavides de la Quintana (QEPD), en sus hermosas cartas mi querida amiga Alfonsina Barrionuevo, -sintetiza Ud. Peruanidad- ,utilizando las acuarelas de un pintor para plasmar en un lienzo a un gran personaje, que no solo nació, sino que conoció y sirvió a su patria, que amo sus raíces y la apoyo de diferentes maneras.

    Al leer sus cartas me han impresionado sus vivencias por el paso en el tiempo, como historiadora y como comunicadora social ha Ud. cumplido su cometido, -me han trasladado sus párrafos por diversos caminos empedrados y errantes de mi querido Perú, me he dejado llevar por diferentes lugares, como el agua pura y cristalina que baja desde los picos nevados hacia los valles interandinos-, lugares en los que Ud. ha trabajado buscando noticias sobre las tradiciones andinas, quiero decirle que ellas todavía existen, y sus pueblos emanan costumbres y tradiciones que se transmiten en lenguaje oral, debemos ir a capturarlas. Y si nos faltase el tiempo por lo ingrata que es la vida, dejemos la posta a los jóvenes, recordemos que la informática recién esta llegando con fuerza hasta los rincones mas recónditos de nuestra patria, y serán ellos los que la rescaten tomando la posta que otros hemos comenzado.
    sinceramente,
    EDUARDO MAXIMILIANO NARREA "EL CACIQUE DE LOS ANDES"
    Desde Houston Tx. Un fuerte abrazo de peruanidad. eduardonarrea@outlook.com

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  2. Muchas gracias por sus hermosas e inspiradas palabras, Ud. es un pintor de la naturaleza que es pròdiga en nuestro querido paìs. Me gustarìa que en vez de "cacique" (Centroamèrica), firmara como KURAKA, que es lo que nos corresponde, es sólo una sugerencia, saludos cordiales desde Santa Beatriz, Lima, Perù.

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